Durante dos meses hemos salido a aplaudir a los sanitarios, y desde que entramos en Fase Cero a la gente le da exactamente igual el distanciamiento social. Me da mucho temor que nos vuelvan a encerrar...

Vivir preocupados por lo que puede suceder desgasta física y emocionalmente, además no evita que surjan los problemas, sino que nos paraliza frente a ellos. Por eso, es importante aprender a gestionar y canalizar las preocupaciones para poder afrontarlas adecuadamente.

Aprovecha los pequeños avances de cada fase y de lo que te aporta, de las pequeñas cosas que estabas sacrificando y que ahora son nuevamente posibles, como es disfrutar de tus seres queridos y amigos. Es importante que inviertas energía y tiempo en estar conectada contigo misma y no en aquello que es incierto y donde la solución no depende exclusivamente de ti. La mejor forma para que la mente no se vaya al territorio de la preocupación es anclarte en el ahora y vivir el presente.

Mi consejo: No se trata de preocuparse sino de ocuparse. Acepta la incertidumbre como parte de esta situación, ocúpate de lo que sí está en tus manos siendo responsable en todo aquello que dependa de ti para sentir que haces el bien y eres responsable con tus obligaciones.

Más en EL PSICÓLOGO RESPONDE