La incertidumbre de los ERTE puede generar diferentes emociones entre sí. Es habitual sentir estrés, aislamiento, indefensión y desprotección laboral, así como miedo intenso e inseguridad ante un futuro incierto. Es importante saber que estas emociones son habituales y, lo más importante, completamente normales.

Ante este escenario es imprescindible ser consciente de la situación, analizarla y afrontarla desde la calma y con paciencia. La mejor actitud que puedes adoptar es identificar los pensamientos que te generan malestar e inseguridad y no dejarte invadir por ellos. Céntrate en el presente y afronta la realidad de forma positiva.

Transforma los miedos en oportunidades; por ejemplo, aprovecha para hacer algo nuevo en tu tiempo libre, estudiar algo de tu interés, reciclarte académicamente en algún área de tu trabajo, empezar o terminar algún proyecto deseado e, incluso, el simple hecho de pasar más tiempo con tu familia y amigos; disfruta de todos ellos porque incluso para los aspectos positivos de esta situación es un momento único que también hay que saber identificar y aprovechar.

Mi consejo: Esta situación pasará, pero tu salud emocional seguirá siendo importante de hoy en adelante, cuídala y apóyate en la gente que te rodea y quiere.

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