Es muy importante saber ver la diferencia entre una relación sana y una que no lo es. En ocasiones, situaciones que no deberían parecernos normales son normalizadas y nos cuesta identificar los motivos reales para terminar una relación.
Si realmente piensas que es una relación que no os hace bien, seguir en ella va a ser una fuente de malestar continuo e innecesario, donde no solo va a repercutir en tu entorno laboral sino en todos los ámbitos de tu vida.
La decisión de romper o no tu relación tiene que nacer de ti y, en caso de querer terminar con tu pareja, es importante que lo hagas de forma consciente, sincera, decidida y respetuosamente. Es necesario que seas realista con tu situación y no engañarte a ti misma manteniendo en el tiempo algo que no os hace felices, por contentar a terceras personas, puesto que eso puede perjudicarte seriamente a ti y a la otra persona.
Mi consejo: Nadie puede ser feliz en un ambiente fingido por satisfacer a la familia. Reflexiona para saber qué te conviene, aunque ya tienes la respuesta, llegará un momento en que te darás cuenta de que tomaste la decisión acertada con madurez y valentía.