Uno de los sectores que más se ha visto afectado por las restricciones de la pandemia han sido el de las celebraciones, como son el caso de las comuniones, las cuales se pueden llevar a cabo con restricciones de aforo y horario.
Hoy en día, este tipo de celebraciones promueven volver a lo esencial, apostando más por el sacramento que por el convite, por lo que serán comuniones más sencillas, pero igualmente emotivas. Lo importante es no transmitirle a tu sobrino excesiva importancia a la fiesta y hacer que ese día se sienta el gran protagonista de la celebración.
Seguirá siendo un día especial, marcado por los preparativos, el cariño de su familia, la comida con sus más allegados y los regalos que reciba. Compartir con sus compañeros la complicidad y la ilusión de dar un paso más en su fe, hará que sea un día que de igual modo no olvidará.
Mi consejo: Fomentando la parte emotiva el día del evento, tu sobrino lo recordará como un día tan especial y bonito, como lo recuerdas tú.