Muchos son los aficionados que recurren a videntes cuando atraviesan una situación complicada en su vida para tratar de revertirla y ponerle solución.
La persona que recurre a estas prácticas suele sentirse sola o vacía, y solo pretende paliar esa soledad con una voz que sienta que la comprenda, que la entienda y que le puede dar consejos. Por ello recurre a ayudas externas, como la que le pueden aportar tarotistas y videntes que le aportan certezas a lo que piensa y siente el cliente.
Puede que este sea el caso de su suegro. De manera cercana, podéis hacerle ver su problema y las consecuencias de no estar encarando su situación de la forma correcta, dejándolo en manos de los consejos de los videntes. Tenéis que hacerle ver que puede ser negativo y a su vez ofrecerle vuestro apoyo, incluso profesional si fuera necesario.
Mi consejo: La solución a los problemas de cada uno no se encuentra impresa bajo las cartas. La solución debemos encontrarla en nosotros, donde la ilusiones y esperanzas debe primar por encima de la desesperación.