Las personas desconfiadas siempre suelen estar alerta de todo lo que hacen los demás, incluso llegando a interpretar en ocasiones que las personas de su alrededor están en contra ellos. Se trata de una actitud basada en las sospechas infundadas, inseguridades y juicios incorrectos.
El componente que está detrás de las personas mal pensadas es la baja autoestima. Tenéis que tratar de hablar con ella para hacerle ver y entender las consecuencias de su actitud hacia vosotras. Si a pesar de los intentos no quiere entrar en razón y poner solución, deberéis tratar de mantener una distancia física y emocional hacia ella, impidiendo de este modo que su forma de actuar os continúe haciendo daño a vosotras. Quizá si empieza a ver los efectos de su comportamiento en los demás, se pueda plantear un cambio de actitud y con el tiempo y poco a poco podáis intentar un acercamiento.
Mi consejo: Hay un aspecto que debemos tener en cuenta. Si estos comportamientos son extremos y continuados, es muy posible que haya un problema grave de personalidad. En caso de que se lleguen a situaciones problemáticas, es necesario recomendar a esa persona que busque ayuda especializada.