Ser cotilla no es lo mismo que ser curioso. El cotilla se interesa por la vida de los demás para utilizar esa información y la mayoría de sus conversaciones son para referirse a aspectos ajenos a ellos y que implican otras personas; en cambio el curioso tiene el deseo de saber y entender que es lo que sucede y conocer qué ocurre a su alrededor.
Es normal, e incluso conveniente, mostrar interés por las personas que te importan o que pueden resultar de tu interés. Ser curioso no es meterte en la vida de alguien y hablar con terceras personas acerca de la misma, sino saber escuchar (e incluso preguntar) con prudencia y respeto, ante todo.
En alguna ocasión todos nos convertimos en informantes de vidas ajenas. El problema surge cuando se hace de manera constante y compulsivamente, sin pudor hacia los demás. Si consideras que puedes estar siendo demasiado curiosa, o incluso rozando el ser una persona cotilla, trata de dedicarte más tiempo a ti misma.
Mi consejo: Ser cotilla/cotillas desemboca en tener un mundo interior muy limitado. Por tanto, trata de actuar hoy de tal forma que te defina como quieres ser mañana.