He sido madre a los 45 años y a mi hija le han detectado algunos problemas de salud. Me autoinculpo de haberla tenido tan tarde.

La culpa es la gran compañera de viaje en la maternidad y si algo caracteriza a esta etapa es la enorme cantidad de emociones que desencadena ser madre. En la decisión de ser madre no se debe sentir culpable bajo ninguna circunstancia, especialmente cuando esta decisión se ha tomado desde la mejor de las intenciones. No se puede tampoco achacar los problemas de salud de un hijo a esta única causa, y en cualquier caso, este ahora no debe ser tu debate interno, ya que no se trata de culparse sino de ocuparse de la situación que tienes ante ti. Es posible que tu hijo necesite recibir atención de un equipo de profesionales especialistas, incluido uno de atención primaria. Es importante asegurarse de que todos los profesionales que intervienen en mejorar la salud y calidad de vida de tu hijo estén en contacto, para que puedan compartir información (con tu permiso) y hacer equipo en la misma línea de trabajo, brindándole así la mejor atención posible. Mi consejo: Disfruta de tu hijo de la misma manera que cualquier otro padre, dándole cariño, jugando con él, observándole en los momentos en que vaya alcanzando hitos evolutivos. Comparte tu alegría con la familia y amigos. El hecho de que tu hijo haya nacido con un problema de salud no significa que no podáis quereros y haceros felices de la misma forma.

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