Mis tíos han hecho un esfuerzo enorme por llevarse a sus nietos e hija de vacaciones y no hacen más que amargarles la vida. Si me meto en este asunto me llamarán entrometida. 

Cuando personas cercanas a nosotros, amigos o familiares, nos cuentan un problema que tienen y que les preocupa, tenemos la tendencia de dar el consejo que creemos adecuado, incluso cuando esas personas no nos lo han pedido. En este caso habría que analizar bien el problema familiar y considerar las circunstancias en que se están dando los hechos, las opciones que tienen para frenar la situación, los pros y contras de tomar medidas, para poder dar tu opinión y punto de vista, siempre y cuando te lo pidan. Cuando te cuenten sus problemas, escúchalos, apóyales y exprésales tu cariño, porque puede que eso sea lo único que necesiten, mientras no pidan lo contrario. De este modo tu actuación demostrará buenas intenciones, ya que deben ser ellos mismos los que tomen medidas frente a la situación real que están viviendo. Mi consejo: Pregúntales directamente cómo puedes ayudar desde tu postura a mejorar la situación. Es posible que simplemente te digan que estás ayudando al ofrecerles tu atención. Si necesita algo concreto, te lo dirán.

Más en EL PSICÓLOGO RESPONDE