La aparición de las redes sociales ha sido un avance en cuanto a que permite estar en contacto con la gente, e incluso permite conocer noticias prácticamente en tiempo real. Sin embargo, hay muchas personas que las utiliza, como si de un diario personal se tratara, traspasando límites que se vuelven en contra.
Expertos en materia aseguran que una elevada actividad e interacción en redes son el reflejo de carencias personales, como la necesidad de recibir cariño y la aceptación social, tratando así de paliar el sentimiento de soledad. Cuantos más “me gusta” recibe una publicación, más subirá la autoestima del que publica. Por ello esta acción se convierte en un círculo vicioso donde cada vez más, la necesidad de llenar ese vacío emocional es mayor.
La persona tiene que admitir tener un problema de control sobre las redes sociales, de lo contrario, todo es igual de complejo que en una adicción.
Mi consejo: Un uso desmesurado de las redes sociales pueden hacer que nos alejemos de la realidad en la que vivimos, convirtiéndose en un problema de salud mental.