Mi sobrino con 12 años me cuenta que está muy aburrido porque sus padres el fin de semana no quieren hacer nada juntos. Lo veo muy bajo de moral…

Los fines de semana son días para desconectar de la espiral semanal y poder pasar más tiempo con la familia. A los hijos les hace mucha ilusión preparar actividades donde disfrutar con sus padres, además, ese momento fortalece verdaderamente las relaciones familiares y les ayuda a ellos a tener más seguridad en sí mismos.

Lo cierto es que nos proponemos ser cada vez mejores padres, dedicar más tiempo a los hijos y poder así fortalecer los lazos con ellos. Pero no resulta fácil cumplirlo con el ritmo de vida laboral y con las presiones y responsabilidades propias del día a día.

La misión de los padres es establecer una relación constructiva con los hijos. Para lograrla se necesita conectar con ellos, llegando a sus sentimientos. Cuando se logra, ellos se sienten protegidos, comprendidos y valorados. Crecen en la seguridad de que tienen un lugar en la vida de sus padres y que son importantes en la familia. Por ello, las actividades extraordinarias, ayudan a fortalecer la relación con los hijos para a su vez también, crear una rutina ordinaria.

Mi consejo: Ser padres es un reto permanente. Conectémonos con el niño interior que llevamos dentro y disfrutemos plenamente de los espacios que se comparten con los hijos.

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