Los fines de semana son días para desconectar de la espiral semanal y poder pasar más tiempo con la familia. A los hijos les hace mucha ilusión preparar actividades donde disfrutar con sus padres, además, ese momento fortalece verdaderamente las relaciones familiares y les ayuda a ellos a tener más seguridad en sí mismos.

Lo cierto es que nos proponemos ser cada vez mejores padres, dedicar más tiempo a los hijos y poder así fortalecer los lazos con ellos. Pero no resulta fácil cumplirlo con el ritmo de vida laboral y con las presiones y responsabilidades propias del día a día.

La misión de los padres es establecer una relación constructiva con los hijos. Para lograrla se necesita conectar con ellos, llegando a sus sentimientos. Cuando se logra, ellos se sienten protegidos, comprendidos y valorados. Crecen en la seguridad de que tienen un lugar en la vida de sus padres y que son importantes en la familia. Por ello, las actividades extraordinarias, ayudan a fortalecer la relación con los hijos para a su vez también, crear una rutina ordinaria.

Mi consejo: Ser padres es un reto permanente. Conectémonos con el niño interior que llevamos dentro y disfrutemos plenamente de los espacios que se comparten con los hijos.

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