Tenemos un amigo que no tiene muchos recursos y no puede hacer planes para viajar con el resto de los amigos. Nos apetece ayudarle, pero no queremos ofenderle.

La vida y la economía pone muchas veces en aprietos a personas a las que queremos. Vivir con dificultades económicas es algo que puede llegar a avergonzar a quien lo padece, por lo que la persona evita hablar de sus problemas, e incluso no pide ayuda a sus seres más cercanos.

Si queréis ofrecerle ayuda para poder realizar un viaje con él, lo conveniente sería que primero acordéis entre vosotros que tipo de ayuda estáis dispuestos a darle. Una vez lo tengáis claro, comunicárselo desde la ilusión de querer hacer esa aventura junto a él. Solo intentándolo podréis saber su reacción hacia este tipo de propuestas.

Pensando en el futuro para que sus recursos puedan mejorar de forma estable, lo más idóneo sería que pudierais ayudarle a encontrar una solución a sus problemas. Si es posible (y si la otra persona está de acuerdo), ofreciéndole otras formas de ayuda, como por ejemplo, recomendándole para algún empleo o ayudándole a tomar alguna decisión importante que le lleve a cambiar su situación actual.

Mi consejo: Si no está en vuestras posibilidades ayudarle económicamente, recordad que hay otras formas, como es proporcionando ánimo, confianza y atención. Todas muy necesarias cuando queremos apoyar a otra persona.

Más en EL PSICÓLOGO RESPONDE