El adolescente necesita separarse emocionalmente de sus padres para madurar. Los jóvenes tienen el convencimiento de que pueden cuidarse por sí mismos. Delegan el rol de la familia en sus iguales, ya que para ellos, en esta etapa de su vida, los amigos son lo más importante.
Tenéis que saber que su círculo social es esencial, y es prácticamente lo único que les despierta interés. Por ello, no es nada personal el hecho de que esté más despegada, sino que es un proceso habitual de la edad, de modo que respetarlo y no agobiarle sería una buena forma de acercamiento hacia ella. Permitirle espacio, sin abandonar los límites, ya que le tranquilizará y facilitará su autonomía. En las situaciones en que tengáis contacto, preguntarle por sus intereses y mostraros cariñosos y cercanos. Es un modo de sembrar para luego recoger, ya que llegará el momento de nuevo, en que necesiten el contacto cercano con la familia.
Mi consejo: La comunicación y entender la posición del adolescente es crucial. La adolescencia es una etapa llena de cambios en la que ellos continúan necesitando ser acompañados. Por ello, lo mejor que podéis hacer por vuestra sobrina es seguir estando en su vida, respetando su espacio.