Cuando las ideas que nos generan sentimientos negativos luchan en nuestra cabeza y causan sufrimiento, lo mejor es aprender a ocupar la mente y no alimentar este tipo de pensamientos repetitivos.

A veces uno quiere controlarlo todo creyendo que así las cosas saldrán como imaginamos. Esta actitud es muy peligrosa porque genera frustración, ya que el único comportamiento que puedes controlar es el tuyo y no el de los demás. Para lograr emociones positivas y evitar decepciones que empañan una visión positiva de la vida es muy importante no involucrar terceras personas en la consecución de tu felicidad. Tu felicidad solo depende de ti.

Por ello, intenta hacer el ejercicio, a diario, de ver lo mejor de cada persona y de cada situación. Casi sin darte cuenta notarás que comienzas a sentirte más relajado y menos oprimido.

Mi consejo: Para reducir la negatividad es necesario luchar contra los pensamientos negativos. Una vez que detectadas las ideas que te producen tristeza, hay que tratar de erradicarlas buscando nuevas perspectivas para enfocar esa misma idea desde un punto de vista positivo.

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