Educación y empresa ante la formación profesional

La FP Dual facilita la obtención de un título mediante un proceso que se desarrolla entre el centro y la empresa
photo_camera La FP Dual facilita la obtención de un título mediante un proceso que se desarrolla entre el centro y la empresa

Las alianzas entre el sector educativo y el empresarial tendrían que reforzarse. La formación dual, y concretamente la formación profesional dual, es un proceso de enseñanza y aprendizaje que se desarrolla en «un régimen de alternancia entre la actividad laboral en una empresa y la actividad formativa realizada en el centro docente» (BOA, 18/05/2020). Las empresas no sustituyen al aula ni el empresario al docente; las empresas asumen un rol activo como escenario real de la aplicación teórica y práctica de la enseñanza.

La formación profesional dual, en estos tiempos de incertidumbre, es una oportunidad para un alumnado interesado en optar por una formación con un mayor porcentaje de competencias profesionales. Por otra parte, refuerza el compromiso de las empresas con la sociedad y con una población joven que observa con preocupación sus salidas profesionales. Asimismo, el alumnado convive en un contexto real ante situaciones reales que requieren de acciones eficientes y eficaces. La experiencia vivida por el alumnado es en sí misma una oportunidad de aprendizaje y de adquisición de otras competencias.

Una perspectiva más amplia, de este modelo de enseñanza, implica reforzar la corresponsabilidad que las empresas tienen con la sociedad al extender la vinculación del alumnado con el tejido empresarial. Entre otras razones, porque el alumnado adquirirá destrezas y competencias que faciliten su inserción laboral. Al respecto, los datos en Aragón son relevantes en este curso académico: 465 estudiantes han optado por la modalidad dual, 39 centros se han sumado a este modelo de formación profesional, 277 empresas están involucradas, 80 proyectos en desarrollo y 42 ciclos de los dos que había en el curso 2013-2014.

Otra dimensión, para tener en cuenta, son las sinergias entre el profesorado y los responsables de las empresas. La transferencia de conocimientos teóricos y prácticos sobre cómo desarrollar el proceso de aprendizaje contribuye al enriquecimiento de las personas y del propio sistema. Componentes como la motivación, el para qué o el porqué de los contenidos que se enseñan cobran relevancia cuando los actores del proceso identifican su utilidad. Alcanzar este objetivo requiere previamente de reflexión entre el profesorado y las empresas. Un análisis donde la persona es el foco, al igual que su aprendizaje. Se podría estar ante un proceso de innovación educativa que repercutiría positivamente en la enseñanza y en la empresa.