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La diversidad de metodologías de enseñanza pone en valor el uso de los recursos TIC o tradicionales
photo_camera La diversidad de metodologías de enseñanza pone en valor el uso de los recursos TIC o tradicionales

En estos tiempos de la COVID19 se pone en evidencia el modelo con el cual comprendemos y entendemos la sociedad en la cual vivimos. Cada persona tiene su experiencia, vivencia y circunstancias que constituyen los puntos de referencias para valorar el entorno y sus propias actuaciones. En la enseñanza es oportuno conocer cuáles son esas referencias que los diferentes actores, que forman parte del proceso de enseñanza, asumen. El profesorado asume este rol por las competencias en las cuales se ha formado: conocer a su alumnado, las metodologías de enseñanza, los recursos didácticos y todas aquellas variables que influyen en la educación.

En estos instantes, a mi entender, se sobrevaloran las cualidades de las tecnologías de la información y de la comunicación; pero, no son la panacea para resolver el día a día de la enseñanza, son meramente herramientas. Se infravaloran las competencias del profesorado para otorgarle sentido a la actividad docente y hacer un uso adecuado de las tecnologías. Además, existe la percepción que también se infravalora el trabajo del alumnado, que, con sus especificidades y características, han estado tratándose de adecuar a modelos de enseñanza sin una preparación previa y sin los recursos adecuados. Mención especial a las familias que se han visto nuevamente asumiendo la tutorización de contenidos escolares; aunque, algunas, han reforzado sin pretenderlo la competencia de «aprender a aprender». En este caso, aprender a aprender a enseñar.

Un aula, por mucho que tenga sillas, mesas, pizarra digital o de tiza, ordenadores, materiales escolares, conexión a internet y recursos audiovisuales, no dejará de ser un aula si no hay un profesorado comprometido con la enseñanza y un alumnado con el interés de aprender. En el profesorado recae la responsabilidad y es indispensable un apoyo a su actividad, recursos para mejorar sus métodos de trabajo y formación actualizada en recursos TIC; pero, también en metodologías activas de enseñanza. Como señala la profesora Mª del Carmen Campo Fuertes: «Si una sociedad no valora lo que la escuela propone como proyecto educativo de los niños y jóvenes, el elemento más débil es el profesorado para comenzar a desprestigiarlo».