Conocer las experiencias y vivencias de mujeres que han constituido hitos en el conocimiento, en la vida profesional y en todos los ámbitos de la vida, serían los mejores referentes para las generaciones actuales que conviven en nuestras aulas escolares.
La igualdad, en todos los ámbitos de la vida, es una lucha diaria, constante, en la cual todos deberíamos aportar nuestro esfuerzo y entendimiento para reforzarla. ¿Cuál es la vía? La educación, en las familias y en las escuelas. La participación plena de la mujer en el campo de la ciencia implica acercar la ciencia a todas las edades, en el sentido amplio del término ciencia la cual abarca diversos ámbitos del conocimiento.
A propósito del “Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia” es fundamental poner en valor la importancia de las carreras científicas como un espacio para el desarrollo personal y profesional de las niñas. Las iniciativas en esta línea son diversas desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas desde 2016 oficializó este día internacional: visualizar la voluntad de un porcentaje de mujeres de encontrar en la ciencia un entorno para su crecimiento personal y profesional.
Este reconocimiento implica que las mujeres además de beneficiaras de la ciencia son agentes y protagonistas de cambio en la ciencia. En Aragón, como en otras regiones, la presencia de la mujer en el entorno científico cuenta con nombres propios, como señala Magdalena Lasala, autora del libro «Legados de mujeres aragonesas de los siglos XIX y XX»: «Tenemos que normalizar la presencia femenina en todos los ámbitos del conocimiento humano, es necesario llevar a pie de calle el conocimiento de estas mujeres».
Oportuno recordar la figura de la matemática, astrónoma y filósofa, Hipatia de Alejandría para valorar su historia y ser consciente que en la ciencia la clave está en la capacidad intelectual, una constante búsqueda por la verdad, por comprender lo desconocido. Por mucho que los patrones culturales impuestos han establecido unos parámetros donde, dependiendo de la época y de las sociedades, han alejado a las niñas y a las mujeres de estos escenarios, no hay límites para la voluntad y la constancia, a pesar de las dificultades. Es recomendable ver la película Ágora, dirigida por Alejandro Amenábar, e identificar en Hipatia de Alejandría, interpretada por Rachel Weisz, la ambición, la decisión y la voluntad por comprender el universo y el mundo que nos rodea, pero no hagamos spoiler.