Rafael de Miguel: "El inglés no es suficiente hoy en día y el chino abre muchísimas puertas"

El director del Instituto Confucio es Rafael de Miguel
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El Instituto Confucio de Zaragoza cuenta ya con más de 600 alumnos matriculados desde su apertura en 2017. El año que viene, su director, Rafael de Miguel, planea abrir una nueva aula en el Campus de Huesca para que los ciudadanos del Alto Aragón interesados en aprender chino puedan hacerlo realidad.

De Miguel también se prepara para que Zaragoza acoja el mayor congreso internacional sobre la enseñanza del español como segunda lengua extranjera, que se celebrará a comienzos de 2020. El Instituto Confucio tendrá un papel determinante en este evento, ya que actúa de intermediario con la Universidad de Shangái y colabora directamente en la consecución de fondos.

Pregunta.- ¿El Instituto Confucio se va a extender al Campus de Huesca?
Respuesta.- En el curso 2019-2020 abriremos un aula Confucio en el Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza porque la gente del Alto Aragón está interesada en aprender chino, en conocer su cultura y los empresarios también tienen interés en que los chinos conozcan este enclave tan maravilloso que es el Pirineo aragonés. En la página web de la UZ pueden verse los requisitos de matrícula.

P.- ¿Qué papel tendrá el Instituto Confucio el congreso internacional sobre la enseñanza del español?
R.- Está actuando de intermediario con la universidad de estudios internacionales de Shanghái porque su catedrático de Filología Española, que, además es académico de la lengua, es asesor del ministro de Educación de China en la implantación del español como lengua para enseñar a los niños chinos en Primaria y Secundaria. La UZ tiene un acuerdo con esta universidad china y están facilitando el encuentro entre profesores de ambos países. Además, el Instituto Confucio va a colaborar directamente en la consecución de fondos.

P.- Ha tenido que viajar a China recientemente.
R.- Un congreso de este nivel requiere muchos viajes porque tenemos que formar a muchos profesores chinos que enseñen español a los alumnos del país asiático y eso entenderán que es un esfuerzo económico importante. Pero el Instituto Confucio y la Universidad de Zaragoza no van a escatimar esfuerzos para ser el ámbito de referencia de la enseñanza del español.

P.- Uno de esos viajes es reciente y con el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve.
R.- El viaje ha sido muy provechoso porque hemos hecho acuerdos en diferentes ámbitos como el educativo, científico, tecnológico y también en el ámbito del turismo y de la logística. Tenemos un acuerdo preferencial con una universidad como la de Nanjing, que no hay que olvidar que tiene quince millones de personas, es decir, es como tres veces Madrid. Nos tienen de socios privilegiados y esta interlocución favorece todo tipo de contactos y de relaciones, de interés y de inversión y, por supuesto, también de conocimiento de España y de Zaragoza, y, sobre todo, de turistas.

P.- ¿Qué beneficios tendrá este evento para Zaragoza?
R.- Zaragoza aparecerá en todos los medios. No solamente en los chinos, sino también norteamericanos. No hay que olvidar que en EEUU el español es la segunda lengua y que China puede convertirse en un plazo de 20 o 25 años en el tercer país en el mundo en el que más español se habla. Zaragoza en este congreso fundacional será el referente. Nuestro servicio de español para extranjeros de la Universidad de Zaragoza tendrá más demanda y vendrán los mejores profesores de español para formarse y transmitir ese conocimiento.

P.- ¿Cómo está funcionando el Instituto Confucio?
R.- Estamos rondando actualmente los 600 alumnos que están matriculados en el Instituto Confucio de la Universidad de Zaragoza. Estamos en un segundo año solamente. Otros institutos como el de Granada y Valencia están en números ligeramente superiores, pero después de diez años. Cada vez más hay un interés creciente de los jóvenes españoles que ven en la cultura china una forma de comunicación global. Hoy en día el inglés no es suficiente y el chino abre puertas culturales, económicas y estamos viendo que cada año cada vez hay más demanda.

De Miguel anuncia que Huesca tendrá un aula Confucio

P.- ¿Qué perfil tienen los estudiantes?
R.- Muy variada. Hemos conseguido que la Universidad de Zaragoza tenga alumnos de seis años. Tuvimos que poner un límite porque algunos directivos internacionales que han venido a Zaragoza, vinculados con alguna empresa internacional, querían traer a sus hijos con tres y cuatro años. Tenemos también jubilados y muchos estudiantes de secundaria de entre 15 y 18 años, también universitarios del ámbito de las tecnologías, gente del mundo de los negocios y del turismo.

P.- ¿Todos proceden del mundo estudiantil?
R.- Tenemos que gente también que empezó gustándole el tai chi, el ajedrez chino o el cine chino y han acudido a la academia. Tenemos mucha gente y cada vez más porque estamos integrando a los nuevos aragoneses que son descendientes de la amplia comunidad de los 7.000 chinos empadronados en Zaragoza que no quieren perder sus raíces.

P.- ¿Cómo está el nivel?
R.- El grado de dificultad es mayor que el inglés y alemán, pero es un idioma muy agradecido. Fonéticamente se coge en seguida. Lo más complicado son los caracteres porque trabajan con ideogramas. El grado de aprendizaje va muy ligado a temas culturales, a temas de filosofía confuciana, a temas de pensamiento del Ying y el Yang, conceptos alejados a nuestros esquemas de civilización occidental.

P.- ¿También hay chino comercial?
R.- Tenemos cursos como el Bussiness Chinese Test (BCT) especialmente para aquellos que se quieren dedicar a los negocios.

P.- ¿Los profesores son autóctonos?
R.- Tenemos en un 80% profesores que han venido de China y de ellos la mayor parte de Nanjing, que es la universidad socia nuestra, pero también tenemos del Sur, de Cantón, de Pekin y también un par de profesores que están casados aquí, se han establecido, llevan más de diez años, saben español y facilitan mucho la docencia.

P.- ¿Echa de menos el mundo de la política?
R.- No. Vivimos en un mundo global y yo ya contribuí de 2007 a 2011 a internacionalizar Zaragoza con la Expo 2008. Fue un auténtico orgullo pertenecer a la corporación municipal y hoy en día la Universidad de Zaragoza es principalmente el ámbito público aragonés que más está haciendo por internacionalizar y que Zaragoza siga posicionada en esta competición internacional de ciudades. Sigo trabajando por Zaragoza, pero desde un ámbito más académico.