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El líder del PSOE de Aragón y candidato a la Presidencia del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, está convencido de que va a volver a ser la candidatura más votada un mes después de los comicios generales. Y, además, que esta vez conseguirá más diputados.

Su pretensión es gobernar en minoría, en vez de formar un Ejecutivo autonómico con otra formación o formaciones con las que alcanzar mayoría absoluta. “Como Pedro Sánchez”, recalca en esta entrevista. No quiere desvelar cuales son sus preferencias a la hora de buscar apoyos. De hecho, asegura que podría acordar con todos aquellos que respeten sus principios. Estos son: socialismo, Constitución, Estatuto, feminismo, europeísmo y medio ambiente.

Reconoce que ha hablado con el líder del PP de Aragón, Luis María Beamonte, sobre la polémica surgida en relación a su título universitario, pero prefiere no desvelar su contenido. Si se demuestra que hubo trato de favor, no pedirá su dimisión, pero considera que “no se le puede decir a los ciudadanos que sean fieles observantes de los valores que predicamos y no ser uno mismo ejemplo de ello”.

Pretende dejar los impuestos como están, pero armonizándolos con el resto de comunidades autónomas.
Pretende dejar los impuestos como están, pero armonizándolos con el resto de comunidades autónomas.

Pregunta.- ¿Cuál el principal motivo por el que Aragón tiene que seguir gobernado por el PSOE?
Respuesta.– Porque. después de cuatro años de colapso al que nos sometió el PP, Aragón ha vuelto a funcionar y no es cuestión de volver atrás con el PP que lo produjo.

P.- ¿La fiscalidad aragonesa, tal y como está en estos momentos, está como debe de ser?
R.- Se aproxima mucho. Está más o menos en la media española. De hecho, incluso un poco por debajo. Apuesto por una armonización fiscal, para que todas las comunidades autónomas paguen impuestos muy parecidos. En este momento no tocaría nada. Pretendo que, en cuanto se constituyan los gobiernos, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, asumamos todas las comunidades con el Gobierno de España el compromiso de la armonización.

P.-Si es el partido más votado, ¿su primera opción es gobernar en solitario con apoyos puntuales?
R.- Sin ningún tipo de duda. Estoy seguro que estaré en mejor situación para gobernar en solitario. Pedro Sánchez no tiene mayoría absoluta y también apuesta por gobernar en solitario. Hay muchas fórmulas de resolver esa situación parlamentaria, como es la de buscar apoyos parlamentario y que el Gobierno lo constituya el partido que ha ganado las elecciones.

Pretende gobernar en solitario, como Sánchez.
Pretende gobernar en solitario, como Sánchez.

P.- ¿Los grupos de izquierdas serán los primeros a los que llame para cerrar un pacto de investidura, como cuatro años atrás?
R.- No me sitúo en ese escenario. Las cosas deben ir por su orden. Ahora me centro en presentar mi programa y creo que en este sentido ningún otro partido está haciendo propuestas novedosas. Soy socialista, constitucionalista acérrimo, defensor del Estatuto de Autonomía, feminista, partidario de las medidas medioambientales y europeísta. A partir de ahí, siempre y cuando encuentre respeto a esas ideas, puedo acordar con cualquiera.

P.- Si Cs, PP, Vox y PAR suman, pero también PSOE y Cs alcanzasen mayoría, ¿levantará el teléfono para proponerle un pacto que atraiga a la formación naranja?
R.- La misma noche electoral siempre se levantan teléfonos, o para recibir felicitaciones o para darlas. Desde ese momento se empiezan a marcar los caminos del futuro. No quiero adelantar escenarios y no voy a hacer prognosis antes de los resultados electorales porque sería como negarme a mí mismo la posibilidad de obtener un resultado suficiente para gobernar en solitario, que es a lo que aspiro.

P.- Si revalida la Presidencia en minoría, izquierda y derecha la presionan para reformar los impuestos, unos para que rebajarlos y otros para hacerlos más progresivos, ¿se abrirá a negociar? ¿A qué lado está más predispuesto a escuchar?
R.- Deberíamos acostumbrarnos a tratar la fiscalidad de manera más adecuada. No es un fin en sí mismo, sino un medio. Lo primero es hablar todos de qué tipo de sociedad queremos, y, una vez lo tengamos claro, cuantificar lo que cuestan esas políticas y de dónde sacamos el dinero para financiarlas. Y, o tenemos una fiscalidad adecuada o nos endeudamos. Este último es un camino que a la larga conduce al desastre. No voy a poner los bueyes por detrás del carro.

P.- Su rival del PP, Luis María Beamonte, hace lo contrario. Gran parte de su campaña se basa en anunciar bajadas de casi todos los impuestos…
R.– Beamonte demuestra con absoluta claridad su modelo de sociedad. Plantea bajar impuestos indiscriminadamente porque aspira al desmantelamiento de los servicios públicos. Si no hay servicios públicos no hacen falta impuestos. A Beamonte le sobran los impuestos, sobre todo los de las clases más pudientes.

P.- Estos días ha coincidido con Beamonte en debates. ¿Ha hablado con él sobre la polémica surgida sobre su título universitario?
R.- Tuve una breve conversación con él pero no la voy a revelar.

P.- Si queda probado que tuvo trato de favor, ¿le pedirá que dimita?
R.- La política debe salir definitivamente del lodazal en el que ha estado removiéndose los últimos años porque no conduce a nada. Los políticos debemos ser ejemplares nosotros mismos. No se le puede decir a los ciudadanos que sean fieles observantes de los valores que predicamos y no ser uno mismo ejemplo de ello.

Determinadas situaciones se tendrían que resolver con decisiones personales de cada uno. Salvo por robar, matar o crímenes similares, a nadie le voy a decir lo que tiene que hacer. Lo que sí pediría a todo el mundo es que recapacitara y tomara decisiones en consecuencia con los valores que públicamente dice defender.

Acusa a Luis María Beamonte de querer desmantelar los servicios públicos.
Acusa a Luis María Beamonte de querer desmantelar los servicios públicos.

P.- Pretende convencer al Gobierno de Sánchez de que descentralice instituciones estatales, para que capitales como Zaragoza se beneficien de la actividad económica que generan. Quizá el clima político nacional sea ahora propicio para ello, pero ¿ha pensado ya en qué estrategia seguir para conseguirlo?
R.- La propuesta es novedosa en España, pero no en otros países como los escandinavos o en México. Estoy seguro de que se va a ir extendiendo por todo el mundo, pero requiere que vaya generándose el debate y yo ya tuve la oportunidad de hacerlo con el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig. Ahora hay que hacerlo con más comunidades autónomas y ayuntamientos una vez se constituyan.

Sé que este planteamiento tendrá resistencia por parte del aparato del Estado en Madrid, que se ha constituido en sí mismo como un lobby absolutamente monopolizador del poder y de las oportunidades económicas, lo cual es injusto. Pero no por ello hay que dejar de perseverar porque es una propuesta que generaría empleo directo y actividad económica, además de atraer empresas.

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