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Miguel Ángel Clavero es el nuevo presidente de Rotary Club Zaragoza desde este pasado mes de junio. El dirigente rotario asume el cargo con unos objetivos muy claros como rejuvenecer el club, no solo consiguiendo la llegada de socios más jóvenes abriendo el club a la sociedad, sino, también, repartiendo tareas a los mayores para que se sientan útiles y “rejuvenecidos”.

Otro de los pilares básicos para su mandato, que se prolongará hasta junio de 2020, es el de seguir potenciando los proyectos locales. Una línea que ya inició su predecesora, Mercedes Muro, y que Clavero quiere mantener en el tiempo.

Licenciado en Ingeniería de Montes, con más de diez años de experiencia en la empresa privada, Clavero trabaja actualmente, desde 1998, en la Administración Pública. Un cargo en el que ha desempeñado labores de coordinación que ahora quiere transmitir a Rotary Club Zaragoza para que todos tengan su papel y aporten dentro de la institución rotaria.

Pregunta .- ¿Cómo afronta el nuevo cargo?
Respuesta.- Lo afronto con ilusión, responsabilidad y, sobre todo, con un objetivo muy claro: abrir Rotary Club Zaragoza a la sociedad aragonesa. Rotary es una institución de mucho prestigio a nivel mundial, pero en España somos muy poco conocidos y, tal vez por eso, siempre se nos considera como algo muy elitista, cuando no es cierto, o con algo opaco u oscuro, y tampoco es cierto.

Mercedes Muro traspasó el collar de presidente a Clavero

Nosotros realmente somos unos profesionales que dedicamos parte de nuestro tiempo semanal al club. Creemos que, con nuestros conocimientos, se pueden hacer cosas que favorezcan o ayuden a alguien en esta sociedad, especialmente la más próxima. Tenemos proyectos locales e internacionales muy importantes, donde participan varios clubes rotarios de muchas partes del mundo para colaborar conjuntamente y llevar a cabo dichos proyectos.

Nuestro lema es “hacer hacer”. No somos una asociación para recaudar dinero y luego donarlo a una causa. No, nosotros lo que intentamos es que nuestro conocimiento, nuestras actitudes y nuestros contactos, a nivel mundial o local, sirvan para hacer proyectos sencillos o más complicados.

P.- ¿Qué planes tiene para su mandato?
R.- El primer objetivo, como he comentado, sería esa flexibilización de Rotary Club. Los clubes rotarios eran muy estrictos, muy cerrados, era un ambiente al que era difícil acceder. Pero ya llevamos varios años que estamos abriendo el club y yo quiero trabajar de cara a la sociedad aragonesa, para que nos conozcan. Ese sería el principal objetivo.

También apuesto por el trabajo en equipo. Estos clubes son muy presidencialistas, es el presidente el que se encarga de todo siempre. Yo voy a repartir trabajo para todo el mundo y, lo que se haga, lo vamos a hacer entre todos. Somos un club que tenemos mucha gente mayor, y a veces parece que se sienten como que no son necesarios. Por eso, pienso rejuvenecer el club dándoles cometidos y estoy seguro de que se van a rejuvenecer ellos mismos en cuanto empiecen a participar.

Asimismo, también quiero potenciar los proyectos que llevamos a cabo, tener una mayor presencia en la sociedad local… Me encantan los proyectos locales, los internacionales son muy vistosos, pero cuando eres capaz de ayudar a una entidad o a personas que lo necesitan en tu ciudad, es muy reconfortante y esa es una de las cosas que quiero hacer.

El presidente junto a su Junta Directiva y otros miembros rotarios

P.- Mercedes Muro inició en su mandato un proyecto en el colegio Cantín y Gamboa para que los niños más necesitados pudieran aprender inglés. ¿Se va a dar continuidad a esta iniciativa?
R.- Sí, totalmente. De hecho, tras una situación un poco complicada dentro del club, con Mercedes Muro comenzó una nueva etapa, con gente un poco más joven dirigiendo el club. Con Mercedes y otras personas que me van a sustituir a mí, hablamos en hacer proyectos de una cierta continuidad. Porque no tiene ningún sentido hacer proyectos que empiezan y acaban en un año, queremos que tengan una continuidad. Y la colaboración con el colegio Cantín y Gamboa va a continuar y, posiblemente, la extendamos a algún otro ámbito de la infancia dentro de Aragón.

P.– Ha sido usted también responsable del programa de intercambio de jóvenes. ¿En qué consiste y qué importancia tiene este programa para el club?
R.- Rotary tiene un programa de juventud muy importante porque hace mucho énfasis en el trabajo y en la labor que hace esa juventud de cara al futuro. Con estos intercambios, que son culturales, no idiomáticos, queremos que chavales de todo el mundo se conozcan con un objetivo muy claro: que sean amigos. Estos programas les van a ayudar muchísimo para colaborar en el futuro y, sobre todo, para algo muy importante para Rotary como es luchar por la paz.

Por eso, lo que hacemos es fomentar esa amistad entre ellos, el conocimiento, la colaboración y, también, el conocer otras culturas. Para ello, les mandamos a cualquier parte del mundo; este año se van a la India, Estados Unidos, Canadá, Sudáfrica, Australia, Hungría, Finlandia o Suecia. Además, no solo enviamos chavales, sino que también recibimos. En Rotary Club de Zaragoza hemos tenidos a japoneses, americanos, nórdicos, sudafricanos, de Zimbabwe… Y esta es la labor del club con la juventud: trabajar con ellos y darles la oportunidad de conocer otras culturas a la vez que conocen a otros chavales de todo el mundo.

P.- ¿Qué otras actividades realizan?
R.– Otra actividad que para los clubes rotarios es muy importante, y para el de Zaragoza también, es seguir incrementando nuestro conocimiento. Nosotros somos profesionales en donde el saber no ocupa lugar y, por tanto, lo que intentamos es, al menos una vez al mes, traer a un conferenciante que nos ilustre con sus conocimientos y su sabiduría. Hemos tenido invitados de todo tipo: médicos, arqueólogos, historiadores, psicólogos, magos… Cualquier disciplina es enriquecedora para la persona y esta es una de las actividades que hacemos habitualmente. Además son abiertas a toda la sociedad.

P.- Los últimos presidentes señalaban la necesidad de lograr una mayor presencia social y dar a conocer Rotary entre los zaragozanos. ¿Se está consiguiendo?
R.- Sí, hemos ido notando que, sobre todo, gente de mediana edad se va interesando. En Rotary Club Zaragoza llevamos una década realizando intercambios de jóvenes, jóvenes que empiezan ahora a aproximarse a los 30 años y que nos vuelven a visitar y participan en las actividades que programamos. Por tanto, poco a poco, vamos consiguiendo que las labores del club de Zaragoza se vayan conociendo y estemos notando un incremento.

Sin embargo, es difícil. Hoy en día, la sociedad ha evolucionado, los valores han cambiado y no es fácil atraer a personas a proyectos solidarios cómo son los nuestros. Pero creo que con el conocimiento la gente se va animando y por lo menos participan. Por ejemplo, en la cena solidaria que hicimos para el colegio Cantín y Gamboa llenamos todo el salón del Gran Hotel. Eso, para nosotros, fue un hito muy importante. Creo que, paso a paso, vamos avanzando en esa línea de darnos a conocer y que la gente empieza a participar con nosotros.

Clavero durante el acto en el que fue investido presidente

P.- ¿Qué tendría que hacer alguien interesado en formar parte de su club?
R.- Simplemente ponerse en contacto con nosotros y acudir a cualquiera de estas reuniones, que son abiertas a todas las personas que quieran acercarse a estar con nosotros. Deben presentarse primero ante el presidente o el secretario del club, mostrando su interés por querer acudir. No solemos decir a ninguna persona que no, salvo que veamos o tengamos alguna referencia de que no es una persona, por así decirlo, afín a nuestros ideales.

P.- ¿Cuándo decidió unirse al club y qué le motivó a ello?
R.- Conocí el club a través de los intercambios de jóvenes en los que participaron mis dos hijos. Cuando Rotary Club Zaragoza empezó a hacer los intercambios, un compañero me comentó que habían participado y me preguntó si estaba interesado. Fui, nos presentaron y mandé a uno de mis hijos de intercambio, y luego al otro. A raíz de eso empecé a colaborar con ellos y me preguntaron si quería incorporarme al club. Yo acepté, pero les dije que lo hacía para trabajar. Y es fundamentalmente por lo que estoy, para hacer cosas. Además, les pregunté si me dejaban encargarme de la juventud y me dijeron que sí y al tiempo me quedé dirigiendo el programa de juventud del club.

P.- ¿Qué papel considera que puede jugar Rotary Club en la sociedad actual?
R.- Nuestra filosofía de trabajo es inculcar a la sociedad algunos valores que Rotary tiene muy presentes, como pueden ser la tolerancia, el compañerismo, la amistad, la colaboración… Creo que eso es lo que nosotros fomentamos fundamentalmente. También la paz, somos grandes defensores de ella y tenemos un programa específico dentro de Rotary Internacional sobre la paz.

Y como siempre digo cuando alguien me pregunta qué es un rotario, le digo: es un buen hombre. Con más o menos capacidades, con más o menos posibilidades de trabajar para Rotary, pero, sobre todo, es un buen hombre. Yo llevo ocho años dentro del club, y otros cuatro o cinco colaborando, y nunca he visto una discusión entre rotarios. Nunca se discute, se hablan las cosas, con educación, y siempre se llega a un acuerdo. También es cierto que no hablamos de política ni de religión, son dos normas que tenemos entre nosotros: no hablar de esos dos temas cuando estamos en las reuniones rotarias.

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