René Sanz: "La construcción no puede dar la espalda a la sostenibilidad y la eficiencia"

René Sanz es el director comercial de Itesal
photo_camera René Sanz es el director comercial de Itesal

La sostenibilidad no es una moda, sino una necesidad. En Itesal, la compañía zaragozana dedicada al diseño y fabricación de sistemas de aluminio para la industria y la arquitectura, lo tienen muy claro. El sector de la construcción debe encaminarse hacia la sostenibilidad y la eficiencia si se quiere dejar en herencia un mundo mejor.

En este sentido, el director comercial de Itesal, René Sanz, asegura que ya existen edificios eficientes que suponen un mayor confort para sus habitantes y un reducido consumo energético. Sin embargo, pocas de esas viviendas son sostenibles si para su construcción, o para cuando finalice su ciclo de vida, no se ha tenido en cuenta el impacto medioambiental.

Por ello, desde Itesal apuestan por la sostenibilidad en todo el proceso, algo que ya permiten controlar algunos certificados y estándares actuales. Además, la empresa zaragozana pone en valor sus productos, fabricados con aluminio. Un material que no solo es infinitamente reciclable, sino que, además, en cada proceso de reciclaje, consume menos energía.

Pregunta.- Se acaba de celebrar la Semana de la Arquitectura y en Aragón se han fallado además los premios García Mercadal que concede el Colegio Oficial de Arquitectos. ¿Qué relación tiene Itesal con la arquitectura de vanguardia?
Respuesta.- Nosotros somos una empresa de extrusión del aluminio en la que diseñamos, fabricamos y comercializamos sistemas de aluminio para la arquitectura y la industria. De hecho empezamos con la arquitectura, porque es nuestra vocación. El año pasado inauguramos los I Premios Nacionales de Arquitectura Novel de Itesal, dirigido a los recién graduados que se acaban de incorporar al mercado laboral, y, este año, hemos puesto ya en marcha la segunda edición. Son unos premios que se conceden cada dos años y en la primera edición hicimos la entrega en la Feria Veteco, en Madrid, una feria internacional monográfica del sector del cerramiento.

El director general de Itesal, Armando Mateos, y René Sanz, en el stand de Feria de Zaragoza estas pasadas fiestas

Además, tenemos un pequeño idilio aquí en Aragón con la Semana de la Arquitectura, donde se han fallado recientemente los Premios García Mercadal. Y quiero aprovechar para felicitar al Estudio Magén Arquitectos por alzarse con el galardón. Y da la casualidad que nosotros, como humildes colaboradores, hemos participado en la carpintería exterior del proyecto ganador. Pero insisto, una humilde colaboración. Los verdaderos protagonistas son los autores del proyecto, Francisco y Jaime Magén.

P.- En los últimos años se está hablando mucho del cambio climático y del futuro del planeta. Desde el punto de vista del sector de la construcción, ¿se está apostando ya por edificios responsables y sostenibles?
R.- La verdad es que hay un lío de términos, siempre digo lo mismo. Creo que cuesta mucho trabajo identificar sostenibilidad y eficiencia energética. Hay muchas veces que se habla de edificios sostenibles cuando solo estamos hablando de edificios eficientes, que está muy bien, es condición necesaria pero no suficiente. Ser eficiente está muy bien, pero si para ello antes has tenido que matar un lince ibérico o cargarte medio Mediterráneo, evidentemente estoy haciendo una exageración brutal, pero quiero poner en perspectivo qué es ser eficiente y qué es ser sostenible.

Y, en cambio, sostenibilidad es ser eficiente, pero es mucho más. Es una cuidada selección de las materias primas, de los procesos, de una cuidada planificación, de qué va a pasar después cuando el edificio llegue al final de su ciclo de vida, que no quede ningún impacto ambiental, ni dejar ningún “regalo no deseado” a nuestros descendientes a modo de residuos intratables.

Es muy importante identificar sostenibilidad y eficiencia. Y desde ese punto de vista, la construcción no puede dar la espalda a estos temas y tiene que aclarar conceptos. Entre el público tiende a confundirse muchas veces y a veces estamos haciendo viviendas que sí es verdad que son confortables, eficientes, consumen poca energía, etc. pero quizá estemos creando un problema medioambiental en diferido porque no son sostenibles.

P.- Actualmente hay varias certificaciones y sellos de sostenibilidad, como Breeam, Leed, Green… ¿Qué importancia tiene construir bajo estos estándares y qué beneficios tienen?
R.- Estos estándares piensan en todo. Desde la gestión, la cuidada elección de los materiales, la luminosidad de las viviendas, los procesos, la contaminación, el transporte, planificación urbanística… Son certificados muchísimo más ambiciosos en cuanto a los conceptos a tener en cuenta. Y al final, tenemos edificios que consumen menos agua, menos energía, que son más confortables, más luminosos y, además, te facilitan la vida. Da mucha más importancia a todo el espectro de los conceptos a tener en cuenta en la construcción.

Itesal es la empresa zaragozana referente en el diseño, fabricación y distribución de sistemas y soluciones de aluminio

P.- ¿Es compatible hacer edificios sostenibles sin que ello suponga un encarecimiento del precio de la vivienda para el usuario final?
R.- Debe serlo. No podemos permitir no hacer edificios sostenibles y tampoco hacer edificios a los que el público no pueda acceder. La construcción nunca va a ser como construir un coche, en el que puedes industrializar todo. La construcción tiene un camino de mejora en la industrialización muy alta, pero nunca va a ser como un coche. Lo que sí es cierto es que hay un camino hacia ello, los materiales y procesos de construcción que acopiamos cada vez se hacen con métodos más industrializados y eso nos permite ir ganando en prestaciones y no penalizar en el precio.

P.- ¿Qué pueden aportar los productos de Itesal a esta construcción sostenible de la que hablamos?
R.- Nosotros utilizamos una materia prima, el aluminio, que viene de la bauxita, que es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre. Y el aluminio tiene una cosa muy buena y es que una vez que lo produces, cuando pasa de bauxita a aluminio, es como una pila energética, lo vas a tener para toda la vida, porque lo vas a poder reciclar millones de veces.

Si tú reciclas una tonelada de aluminio vas a obtener otra tonelada. No hay ningún desperdicio, lo vas a obtener con las mismas prestaciones y características, pero con una enorme ventaja: si para producir esa tonelada hubieras tenido que gastar 100 unidades de energía, para reciclarla necesitarías menos del 4%. Y cuando vuelvas a reciclar, va a volver a pasar lo mismo. Por tanto, lo que has fabricado es una batería de energía. Además, como es reciclable infinitas veces, tienes la garantía de que no va a terminar en un vertedero, ni en la calle, ni en los océanos. Es un producto con un valor intrínseco muy alto.

P.- Itesal cuenta en su haber con el Premio a la Excelencia y el sello RSA. ¿A qué creen que es debido y qué supone para la empresa contar con estos reconocimientos?
R.- De alguna manera es el reconocimiento a un modo de entender la empresa que Itesal ha tenido siempre. El premio lo que hace es refrendar y premiar la constancia, pero realmente en Itesal tratamos que la sostenibilidad no venga solo en la naturaleza del aluminio, sino aplicarla en todos los estados de la empresa: liderazgo, procesos, alianzas, recursos. Impulsar todo hacia unos resultados, que no solo sean económicos, sino que también haya un retorno en la sociedad donde nos desarrollamos, fundamentalmente en Aragón.

P.- Llevamos ya 10 meses de este 2019. ¿Cómo le está yendo el año a Itesal y qué perspectivas tienen?
R.- Parece que este año se está desacelerando la actividad económica. En todo caso, para Itesal no tendría que ser un problema. Trabajamos para la arquitectura y también para la industria, utilizamos distintos sectores para compensar posibles riesgos. También tenemos una parte depositada de nuestra cartera en mercados exteriores, de manera que también podemos compensar el riesgo-país, y vamos activando cada una de las palancas en el momento determinado para adaptarnos a la coyuntura de cada momento. Por tanto, el futuro yo solo lo veo bien, creo que en ese sentido estamos preparados para responder ante cualquier coyuntura que haya en el mercado. Respecto al año, a pesar de esta desaceleración hemos tenido un primer semestre muy bueno y creo que terminaremos cumpliendo los objetivos que nos habíamos marcado a finales del año pasado para este 2019.