Unidas Podemos se presenta a estas elecciones con un programa de medidas sociales de amplio espectro, que ayude a recuperar poder adquisitivo a los trabajadores y donde se establezcan impuestos a la banca, las grandes corporaciones y los poderosos. Que pague más quien más tiene.
Cansados de que “los recortes se hagan por abajo”, entonan el celebérrimo eslogan “sí se puede” y aseguran que “las razones siguen intactas”. Su discurso, por tanto, apenas ha cambiado. Lo que sí ha cambiado es la balanza de fuerzas a la izquierda del espectro político, aunque aseguran que no tendrán reparo en sentarse a hablar con quien toque.
Siempre en base a un programa y siempre que haya “una voluntad de derogación de las reformas laborales y una reforma fiscal donde los de arriba paguen más”.
Pregunta.- ¿En qué punto se encuentra ahora mismo Unidas Podemos?
Respuesta.- Yo creo que en ninguno. Después de los últimos meses, la gente sabe lo que ha pasado en este país y cuál es el origen del bloqueo. Los poderes económicos se han expresado con total claridad; ha hablado Ana Patricia Botín, la CEOE, los fondos buitre y todos han dicho lo mismo, que sería un problema –para ellos, claro– que gobernara Unidas Podemos en España, porque saben perfectamente que subiríamos el Salario Mínimo Interprofesional, que derogaríamos las reformas laborales y que aumentaríamos los impuestos a las grandes fortunas para poder hacer inversión pública.
Pedro Sánchez se ha plegado a ese tipo de demandas de los grandes poderes económicos y confío en que la gente vote en consecuencia.
P.- ¿Qué les diría a todos aquellos ciudadanos que ven que la imagen de Podemos se ha podido ir degradando en los últimos tiempos debido a los conflictos abiertos con diferentes dirigentes del partido, como Escartín en Aragón o Errejón?
R.- Nosotros ya hemos pedido disculpas por ese error grave que hemos cometido. Creo que somos la única fuerza política que hace autocrítica sincera y hemos llegado a decir en público que hemos dado vergüenza ajena por este tipo de debates internos que yo creo que cada vez se producen menos.
Ahora bien, además de eso, todo el mundo sabe que ha habido una operación mafiosa; las cloacas del estado, que presuntamente trabajaban para el PP, el BBVA e Iberdrola, se han pegado más de dos años publicando basura falsa sobre nuestra formación con el objetivo de amañar las elecciones en España. Así que parte del desgaste que hemos sufrido también se debe a esto.
Aún así, sigue habiendo cuatro millones de españoles que confían en Unidas Podemos y eso es un motivo para el optimismo.
P.- La “fuga” de Errejón y la irrupción de Más País, ¿podría hacer que perdieran parte de esos cuatro millones de votos?
R.- Yo creo que no, creo que nos va a ir bien en estas elecciones. La gente sabe adjudicar a cada uno su responsabilidad y creo que saben que, aunque hayamos cometido errores como cualquier humano, somos los únicos que no nos pueden comprar ni con puertas giratorias ni con sillones. Nos han ofrecido sillones vacíos de competencias y los hemos rechazado porque lo que queríamos era hacer políticas públicas para cambiar la vida de la gente.
P.- Imagino que no tendrían entonces ningún problema en sentarse a hablar con Más País tras las elecciones si se da el caso.
R.- Para nada. De hecho, es de esperar que sea más fácil llegar a acuerdos con ellos que con el PSOE. Está por ver qué representación parlamentaria va a tener cada fuerza política. Pero ningún problema en hablar con todo el mundo, basándonos en un programa. Mientras haya voluntad de derogación de las reformas laborales o de hacer una reforma fiscal donde los de arriba paguen más, nosotros hasta con el diablo podemos hablar.
P.- Y si se tienen que sentar con el PSOE, ¿van a mantener sus condiciones?
R.- No son condiciones que sean nuestras, es lo que vota la gente en las urnas. Si la gente votara mayoría absoluta el 10 de noviembre, pues el partido que obtuviese mayoría absoluta estaría legitimado democráticamente para decir “me quedo con todos los Ministerios y voy a gobernar en solitario”. Pero si la ciudadanía no se expresa así, los demócratas tenemos que respetar el mandato popular. No puede ser que el partido más votado diga “todo el poder es para mí” con un 25 o 27% de los votos.
P.- ¿Qué proyectos defenderá para Aragón en el Congreso?
R.- En Aragón tenemos problemas comunes a todo el Estado: hay que mejorar las reformas laborales, hay que bajar los precios del alquiler, etc. Pero también tenemos problemas específicos, como el empleo en este último verano, que ha sido peor que en el conjunto España: hemos perdido 12.000 afiliados a la Seguridad Social. Hay que crear empleo, hay que hacer una transición ecológica y hay que hacer una revolución en la economía de cuidados.
Por supuesto, también está el tema de la despoblación. Nosotros decimos que tiene que haber servicios públicos en los pueblos, trasporte público, asistencia sanitaria, internet, cajeros, tiene que poder llegar la Guardia Civil en quince minutos si hay un problema, tiene que haber suministros básicos, y todo esto no se ha hecho en las últimas décadas ni por parte del PP ni del PSOE.
Esto requiere inversión pública y no puede ser que lo paguen los trabajadores, los autónomos y las pymes. Hay que subir los impuestos a la banca y a las grandes fortunas para poder acometer este tipo de retos de país.
P.- Teruel Existe se presenta a las elecciones, ¿constata esto un fracaso de los partidos políticos, que no han sabido hacerlo pese a que se autoproclamaban “abanderados” en la lucha contra la despoblación?
R.- Creo que todo el mundo tiene derecho a presentarse a las elecciones y, de hecho, en el caso de Teruel Existe sería una buena noticia si consiguiesen representación. De nuevo, es una de las fuerzas con las que creo yo que sería fácil llegar a acuerdos, especialmente en despoblación.
P.- Respecto al tema catalán, ¿sale Aragón perjudicado en este tira y afloja que están manteniendo el Estado y Cataluña?
R.- Yo creo que salimos perjudicados todos, porque esto genera problemas de convivencia. Cataluña es el principal socio comercial de Aragón, es con quien más comerciamos productos, pero creo que cometeríamos un error si pensáramos que el sistema de financiación autonómico tiene que ser un pastel muy pequeñito por el cual nos tenemos que pelear los diferentes territorios de España. Eso es una receta para que haya un conflicto permanente entre los diferentes pueblos de España. Hay que hacer el pastel más grande, como mencionaba antes, con una reforma fiscal. Ahora mismo en España ingresamos 80.000 millones de euros de menos que si estuviéramos en la media europea y la gente común ya paga suficientes impuestos. Hay que cerrar esa brecha poniendo impuestos a los que más tienen.
Los independentistas dicen que España les roba; esto es mentira. Y el resto de España, quieren que digamos que Cataluña nos roba; esto también es mentira. Los que nos roban son los banqueros, las eléctricas y la gente que tiene muchísimo dinero y paga pocos impuestos. Si resolvemos ese problema, ya no tenemos que enfrentarnos a nuestros vecinos para repartirnos miseria ni romper una relación que debería ser fraternal.
P.- ¿Cómo valora la gestión que ha hecho Sánchez de los disturbios de las últimas semanas en Cataluña?
R.- Creo que ha habido buena coordinación y así lo dice el Ministerio de Interior y los responsables de las diferentes policías autonómicas y estatales. Por otro lado, en España hemos tenido disturbios toda la vida, como los mineros en Asturias que, en su lucha laboral, han cerrado autopistas y carreteras durante años.
Es desagradable y negativo que haya violencia en las calles; no ayuda al conflicto. Pero tanto Mossos d’Esquadra como Policía y Guardia Civil saben perfectamente cómo hay que lidiar con este tipo de cosas.
P.- ¿Sánchez debería haber respondido a alguna de las llamadas de Torra?
R.- Sí, de hecho creo que va en el sueldo. Imaginemos que llama el presidente Trump a la Moncloa y Sánchez no le coge el teléfono si no condena antes el machismo y la xenofobia. Creo que sería poco responsable hacer pasar al presidente de los Estados Unidos por una yincana ideológica antes de cogerle el teléfono.
Lo mismo pasa con el president Torra. Es una persona con la que tenemos profundas discrepancias y hemos pedido su dimisión, pero no deja de ser el president de la Generalitat, de una Comunidad Autónoma muy importante y va en el sueldo de presidente del Gobierno cogerle el teléfono le caiga bien, le caiga mal, tenga diferencias o no las tenga.
P.- ¿Qué prevé que sucederá con Cataluña a partir de ahora? ¿Se desbloqueará la situación algún día?
R.- El problema es difícil y hay que reconocer que se ha gestionado muy mal por ambas partes. Yo espero que sí se pueda reconducir la situación, aunque en el último debate electoral televisado vimos a Sánchez comprando tesis de la derecha, diciendo que hay que endurecer la ley, como en un momento dado han podido decir Casado o Rivera.
Nosotros pensamos que hay que hablar desde una mesa de partidos pero, lamentablemente, parece que somos la única fuerza que lo piensa. Por lo tanto, creo que no miento si digo que si no estamos en el próximo Gobierno de España, el tema catalán irá seguramente a peor.
P.- Déjeme preguntarle por la exhumación de Franco. ¿Constituye un triunfo de la izquierda o de toda la democracia española?
R.- Es un triunfo de la democracia española. Especialmente de las asociaciones de memoria histórica y de las víctimas del Franquismo y por eso mismo ojalá se hubiera hecho fuera de la campaña electoral, con más responsabilidad y sensatez.
P.- ¿Qué espera de las elecciones y por qué los aragoneses deberían votar a Unidas Podemos?
R.- Espero que podamos empezar a andar un camino que ya deberíamos haber empezado andar en 2015, cuando Podemos e Izquierda Unida sacamos seis millones de votos. Espero que podamos andar hacia un Aragón mejor, más justo y también hacia una España más justa.
El motivo fundamental para votarnos es que garantizaremos buenos servicios públicos, una auténtica transición energética y revertiremos la despoblación. No podemos prometer que no vamos a cometer errores, pero si prometemos que no nos vamos a equivocar nunca de bando y que siempre vamos a defender a la gente normal. Aunque eso implique que algún poderoso nos ponga en su punto de mira y le cueste dormir por las noches.
