
La consejera de Sanidad, Sira Repollés, cumple un año desde que asumiera el cargo en plena pandemia. Doce meses que, asegura, le “han enseñado mucho” y en los que la lucha contra el coronavirus ha monopolizado su gestión. Ahora, con la vacunación aumentando cada vez más el ritmo y la situación epidemiológica en fase de bajada, Repollés encara los próximos meses con la desescalada como principal asunto sobre la mesa.
Tras rebajar las restricciones de la provincia de Teruel pasándola a Nivel 2 de alerta, la consejera espera que esta situación pueda extrapolarse pronto a las otras dos provincias aragonesas, todavía con peores datos de contagios. Dividir la desescalada en unidades más pequeñas, más allá de casos puntuales que así lo requiriesen, sería para Repollés poco sensato y podría crear una “locura administrativa” difícil de gestionar.
Pregunta.- ¿Qué balance hace de su primer año al frente del Departamento de Sanidad?
Respuesta.- Llegar al cargo fue una decisión bastante repentina, no entraba en mis planes ser consejera pero se dieron las circunstancias. Yo estaba en el mundo asistencial, surgió la necesidad de una nueva consejera y contaron conmigo. Mi primera respuesta fue un no, no me sentía preparada. Luego recapacité y pensé que si podía aportar algo con mi perfil me sentía en la obligación de hacerlo. Nadie me puso la pistola en el pecho, fue una decisión voluntaria y un gran reto.

Así desembarqué, con muchas dudas y miedos, pero con la certeza de que mi aportación iba a ser conocer la sanidad desde el ejercicio profesional de muchos años. Me encontré el Departamento en un momento de desescalada, había mucha incertidumbre, pero tuve la ventaja de encontrarme un equipo de gente muy trabajadora, inteligente y profesional que me ayudó muchísimo. Tuve que aprender muchas cosas también que no manejaba, y si algo pude hacer fue aportar mi experiencia y conseguir hacer un equipo que creo que funciona muy bien. Es una de las mejores ventajas que tenemos en estos momentos.
P.- Parece que los datos mejoran poco a poco, ¿dónde fija la atención en estos momentos el Departamento de Sanidad?
R.- Creo que ha quedado bastante claro que si algo nos caracteriza es la transparencia. Siempre damos los datos tal y como están. Cuando tenemos incertidumbres también las transmitimos. Las características epidemiológicas de esta onda son diferentes porque hay mucha gente vacunada y eso hace que podamos ser más finos en la elaboración de medidas para cada territorio. En este momento, si bien al principio de la ola nos preocupó más la zona de la franja por su proximidad con Lérida, ahora son las zonas próximas a Navarra y La Rioja donde se observan más contagios y tenemos que ser previsores. Las medidas que se han dado están funcionando y creo que en este momento tenemos la obligación de ser muy concretos con la forma en la que tomamos las medidas.
P.- La provincia de Teruel ya ha suavizado sus medidas después de semanas con buenos datos. Si, como se prevé, Zaragoza y Huesca siguen mejorando, ¿cuándo se plantearía flexibilizar sus restricciones?
R.- Teruel nos abre un camino. Hemos sido muy cuidadosos para establecer una hoja de ruta con unas medidas que nos permite un horizonte cierto como es la vacunación. Es previsible que vayamos a mejor y tenemos que tener una hoja de ruta clara para tomar las medidas de flexibilización cuando la situación lo permita. Teruel hace semanas que está en una muy buena situación y estamos convencidos de que esta flexibilización se corresponde con una reactivación económica que nos permiten los datos.

“No sería muy sensato estar fragmentando el territorio con una locura legislativa que fuera imposible abordar”
La hoja de ruta es que conforme las otras provincias o unidades territoriales vayan llegando a esta situación epidemiológica se vayan imponiendo estas medidas. La idea es unificar las medidas por provincias y luego acotar más en zonas especialmente conflictivas. Tampoco sería muy sensato estar fragmentando todo el territorio con una locura legislativa y normativa que fuera imposible de abordar.
P.- La actualidad de la vacunación la sigue marcando la segunda dosis de AstraZeneca. Aunque ya han dicho que van a esperar a la decisión que salga del Consejo Interterritorial junto al resto de comunidades, ¿cuál es la postura que Aragón lleva a estos encuentros nacionales?
R.- Exactamente la que se manifestó en la Ponencia de Vacunas y la Comisión de Salud Pública. Se decidió por unanimidad que sería conveniente administrar la segunda dosis de AstraZeneca cuando se tenga que administrar. Nosotros en el momento de posicionarnos opinamos que era la medida que considerábamos más oportuna, especialmente en personas mayores de 30 o 40 años. Pero insisto, las decisiones no son particulares de cada comunidad autónoma porque la estrategia de vacunación es a nivel nacional. Se tomó la decisión de esperar a una serie de estudios para saber qué era lo más adecuado, y en eso estamos.
“Es voluntad de muchas comunidades autónomas ejercer cierto tipo de presión”
Considero que es voluntad de muchas comunidades autónomas ejercer cierto tipo de presión, porque nosotros también recibimos la presión de la gente que quiere saber qué va a pasar. Pueden manifestarse en un sentido u otro pero no deja de ser la manifestación de una voluntad que en último término no podrá ser más que aquella decisión que salga del Consejo Interterritorial y todas las comunidades deberemos hacer lo mismo.
P.- Tras decidir que se vacunará con Janssen a los trabajadores del campo, ¿se van a dedicar por el momento todas las dosis de este fármaco que se reciban a inmunizar este colectivo?
R.- Hemos decidido, como recoge la estrategia de vacunación en su última actualización, que se puede vacunar a estos colectivos sin detrimento del resto de colectivos que tenemos abiertos. Se tiene previsto que sean aproximadamente unas 15.000 personas del colectivo de temporeros por vacunar, y las dosis que nos llegan de Janssen, que además solo necesita una para inmunizar, son 4.000 a la semana. Podemos perfectamente compatibilizar una y otra opción e incluir nuevos colectivos vulnerables como pueden ser personas sin hogar, de instituciones penitenciarias…

P.- Este fin de semana vuelve el público a los estadios y pabellones, pero no en Aragón. El Real Zaragoza se ha puesto en contacto con usted para reclamar su mediación ante el CSD para que el público pueda volver a La Romareda, ¿qué les ha contestado?
R.- No les falta razón. Entiendo que es importantísimo para los equipos de fútbol tener público y probablemente esta medida ha establecido una inequidad que necesariamente tiene que estar ligada a la situación epidemiológica. Todas las medidas tienen que tomarse en virtud de la situación en la que estás. Si se decidió que solo podía asistir público en aquellas comunidades con Nivel 1, no se puede variar. Por mucho que nosotros instemos, se trabaja con unos documentos cerrados. Nosotros entendemos perfectamente su posición, podemos manifestar nuestra opinión, pero creo que no tenemos capacidad de modificar la decisión.
P.- Más allá del Covid, el Departamento de Sanidad se enfrenta a importantes retos que abordar. Esta misma semana se manifestaba la Plataforma de Médicos Eventuales de Aragón denunciando errores en las bolsas…
R.- En este momento Aragón ha creado la oferta pública para profesional sanitario más grande de la historia. En todas las categorías profesionales, incluyendo auxiliares administrativos que hacía años que no tenían una situación de estabilización. Con una tasa de reposición del 110%, prácticamente todos los profesionales que salgan en Aragón van a tener una plaza fija, bien sean especialistas hospitalarios, médicos de familia, enfermeras, pinches de cocina… Absolutamente todas las categorías profesionales.
“Prácticamente todos los profesionales que salgan en Aragón van a tener una plaza fija”
Igual que se han mejorado mucho las condiciones de trabajo de todas las categorías en función de los pactos de la Mesa Sectorial de Sanidad. Se ha hecho una mejora retributiva importante y además se han impulsado medidas para dotar de plazas a las localidades de difícil cobertura. Siempre he dicho que todas las reivindicaciones son legítimas, pero oportunidades para consolidar el puesto de trabajo, todas estas personas las han tenido. Y nunca más las van a tener como en estos momentos. La oportunidad de consolidar su puesto de trabajo en estos momentos está ahí y es inmensa.
P.- Tras un primer año complicado, ¿cómo espera encontrar a la Comunidad dentro de un año, cuando cumpla su segundo aniversario en el cargo?
R.- Este año me ha enseñado mucho, a valorar muchas cosas. La suerte que tenemos de tener una sanidad pública y su fortaleza. La capacidad que tiene de cohesionar el territorio y producir igualdad entre las personas. Que la salud es un problema de todos y que no distingue de nada, y que nuestro sistema tiene que estar basado en las personas. En ese sentido creo que hay muchas iniciativas y posibilidades.
“Tendremos que abordar todo aquello que ha retrasado el Covid”
Tendremos que abordar todo aquello que ha retrasado el Covid y aquellas iniciativas que el Covid nos ha dado una oportunidad de mejorar. Tenemos que seguir incidiendo en aspectos como que absolutamente todos los habitantes de la Comunidad tengan el mismo acceso a la sanidad y las mismas posibilidades.
Tratamiento de enfermedades crónicas, los sistemas de cuidados, la redistribución de competencias… También impulsar la telemedicina, que lejos de ser una lejanía potencia la cercanía en el sentido de poder atender en todos el territorio de forma equitativa.
Creo que hay muchísimas ideas, algunas de ellas muy buenas y que creo que se van a poner en marcha y, si no finalizadas, estarán muy encarriladas. Espero que al menos a mediados del año que viene muchas de estas iniciativas, que pensamos que tienen que redundar en una mejora todavía mayor de la sanidad pública, estarán en marcha.