Caixabank y Bankia aplazan el ajuste en plantilla al cierre de la operación y buscarán un acuerdo con los sindicatos

Los banqueros han recordado su larga experiencia en operaciones de integración
photo_camera Los banqueros han recordado su larga experiencia en operaciones de integración

El nuevo grupo originado por la fusión de Caixabank y Bankia abordará los potenciales ajustes derivados del solapamiento de red y duplicidades “tras la ejecución de la fusión”, con la intención de alcanzar un acuerdo negociado para abordarlo con los sindicatos.

El proceso se encuentra indicado dentro del proyecto de fusión presentado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), y ha sido abordado por el futuro consejero del nuevo grupo, Gonzalo Gortázar, y su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, a preguntas específicas sobre su coste durante su presentación a analistas.

Ambos banqueros han evitado cifrar el potencial impacto y envergadura, a preguntas sobre el coste que comportará la reestructuración de nuevo grupo, tanto la potencial reducción de red y plantilla, como por la extinción de alianzas estratégicas.

Los banqueros han recordado su larga experiencia en operaciones de integración, subrayando de forma específica la absorción que Bankia hizo de BMN hace un par de años y que, al final, se ha traducido en una mejora de las sinergias inicialmente prevista y antes de tiempo.

No obstante, Gortázar sí ha deslizado la expectativa de el acuerdo sobre la red y potenciales salidas se logre cerrar antes del relativo a las renegociaciones de las alianzas, que suelen “tomar más tiempo” y podrían retrasarse hasta el ejercicio 2022, dependiendo de esas conversaciones.

La operación se plantea como una absorción de Bankia por parte de Caixabank, de forma que esta entidad “se subrogará en los derechos y obligaciones laborales de los trabajadores de Bankia”.

“Tras la ejecución de la fusión, la entidad combinada completará el análisis de los solapamientos, duplicidades y economías de escala derivadas del proceso, sin que a esta fecha se haya tomado ninguna decisión en relación con las medidas de índole laboral que será necesario adoptar para proceder a la integración de las plantillas como consecuencia de la fusión”, indica el proyecto de fusión, subrayando que la integración de las plantillas se llevará a cabo “respetando los procedimientos legalmente previstos en cada caso”.

El nuevo grupo sumaría 6.727 en sucursales (2.267 de ellas de Bankia) y 51.536 empleados en plantilla en este mercado y Portugal (35.589 a nómina de Caixabank), conforme a los balances de ambos bancos al cierre de junio pasado.

La combinación de ambos bancos da un grupo con 664.027 millones de euros en activos, prácticamente en su totalidad en España, de los que Bankia aportaría 218.455, y Caixabank los restantes 445.572 millones, convirtiéndose así en el mayor banco en negocio en el país, por encima de BBVA y Santander.

Las valoraciones realizadas durante la ‘due dilligence’ han determinado un canje accionarial de 0,6845 acciones de Caixabank por cada título de Bankia, de forma que los dueños de Caixabank tendrán un 74,2% del nuevo banco en propiedad y los de Bankia, el 25,8%. Dentro de ellos, el Estado pasará a controlar un 16,1% del nuevo grupo a través del Frob, frente al 61,81% que posee hoy en Bankia; y la participación de la Fundación “La Caixa” será del 30%, frente al 40% actual en Caixabank.