El Congreso remite al Senado la reforma educativa de Celaá

La ministra Isabel Celaá defiende que es una ley propia del siglo XXI y que garantiza la equidad
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El Pleno del Congreso de los Diputados ha dado luz verde este jueves al proyecto de la reforma educativa, la Lomloe, para que se tramite en el Senado, antes de su aprobación definitiva. La norma elimina el castellano como lengua vehicular, limita la educación concertada, devalúa la asignatura de Religión y permite la promoción de curso con suspensos. La ministra Isabel Celaá defiende que es una ley propia del siglo XXI y que garantiza la equidad.

El texto ha cosechado 177 votos a favor (69 presenciales y 108 telemáticos), 17 abstenciones y 148 votos en contra (33 presenciales y 115 telemáticos) . Al tratarse de una Ley Orgánica, para remitirse al Senado eran necesarios 176 votos, mayoría absoluta de diputados. Votaron 342 diputados (102 de forma presencial y 240 de modo telemático).

El debate ha concluido con división de opiniones en el Pleno del Congreso de los Diputados, pues tras la intervención de la socialista Luz Martínez Seijo, los parlamentarios que apoyan la norma la ovacionaron tratando de acallar las protestas de PP, Vox y Ciudadanos al grito de “¡libertad!”.

Esa situación, que se prolongó durante más de dos minutos, la presenciaron de pie y dando palmas el vicepresidente Pablo Iglesias y la propia titular de Educación. Tras el debate, la ministra Celaá dijo que lo había vivido “con mucha emoción” porque la ley va a llevar a una “mejora muy importante” al sistema educativo.

Antes, la sesión fue tomando intensidad y el PP y Ciudadanos insistieron en que recurrirán la “ley Celaá” ante el Tribunal Constitucional e instancias europeas. “Es difícil de entender que tengamos que subir a esta tribuna a defender la libertad”, ha aseverado la diputada del Grupo Popular Sandra Moneo, quien dijo que el proyecto supera lo educativo y “asfixia a aquel que no se somete al pensamiento único”.

En su opinión, la Lomloe, “antes de ser aprobada es fallida” y supone una “ruptura del pacto constitucional”, por lo que los populares se ven obligados a una tarea “que tiene una dimensión histórica”. “Vamos a utilizar todos los instrumentos contra la reforma”, ha anunciado.

Ya se levantó cierta algarabía en el Hemiciclo tras la intervención del diputado de Vox Joaquín Robles. “Quieren un pueblo adormecido y domesticado”, “activistas y no ciudadanos”, ha lamentado, criticando a los diputados de los partidos del Gobierno de llevar a sus hijos a centros concertados y calificándolos como miembros “de la izquierda caviar”.
“La Lomloe certifica el final del papel de ascensor social de la enseñanza, ejercido por los defensores de las clases desfavorecidas”, les dijo.

Marta Martín, de Ciudadanos, también ha escuchado algún aplauso cuando anunció que su grupo votaría “a dos manos” contra la reforma, porque supone una “coacción a los derechos fundamentales de todos los españoles” y un “parcheado”. En su opinión, la norma “ha conseguido cabrear a todo el mundo y no tiene garantías democráticas.

Martín ha recalcado que el texto supone un “ataque a la libertad de elección” al eliminar el concepto de la demanda social por uno “estalinista”, que es “un intento de engaño a socios europeos”, con la promoción con suspensos para reducir el fracaso escolar, e implica la “demolición de competencias” de la alta inspección educativa, y “el mercadeo más palmario” al considerar que el castellano es lengua “impropia” y no vehicular.

Antes de la división de opiniones final, la diputada socialista Luz Martínez Seijo ha enumerado una serie de “mentiras” que en su opinión ha difundido la oposición sobre la reforma. En este sentido dijo que es “un relato ficticio” que la ley acabe con el castellano como lengua vehicular, pues “está triplemente garantizado”, que “los centros de educación especial no se van a cerrar” y que no se eliminan oposiciones para acceso a la función docente ni para inspección.

“Hoy es un día histórico”, concluyó, subrayando que derogar la Lomce es “un compromiso adquirido”, zanjó, apelando a la oposición a que se lea el texto.

Y desde la bancada del grupo confederal de Unidas Podemos, Javier Sánchez, se han felicitado porque el texto debatido “entró como un texto monocolor y sale de Gobierno de coalición” y recoge peticiones de su grupo, como la defensa de la educación pública, el fomento de la educación de 0 a 3 años y “corregir” la segregación. “Por eso están las tres derechas muy cabreadas”, sostuvo, acusando a la oposicion de una “campaña de desinformación, bulos y mentiras”.

Valores cívicos

El Congreso ha aceptado una enmienda al dictamen elaborado por la Comisión de Educación y Formación Profesional la semana pasada, en concreto, una transacional de Más País y Equo, sobre la asignatura de Valores Éticos y Cívicos. En la Comisión se aprobaron previamente otras enmiendas que han resultado más polémicas, como la que elimina el castellano como lengua vehicular y la limitación a la educación concertada.

Tras el debate, la propia ministra Celaá ha defendido ante la prensa que el castellano está “perfectamente garantizado” en su reforma educativa y ha apuntado que le hubiese gustado tramitarla “con más consenso”, en referencia a los grupos de PP, Vox y Ciudadanos que no la respaldan. Pese a todo, ha indicado, en el Gobierno están “muy felices” por este nuevo paso en la tramitación de la reforma.