Cifuentes, absuelta en el "caso Máster"

Cifuentes, cuando era presidenta madrileña | Foto: Comunidad de Madrid
photo_camera Cifuentes, cuando era presidenta madrileña | Foto: Comunidad de Madrid

La expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes ha sido absuelta en el llamado ‘caso Máster’ porque existen “sospechas legítimas”, pero no “prueba suficiente” de que presionara para acreditar que había cursado un título sobre Derecho autonómico y local de la Universidad Rey Juan Carlos.

Así lo establece la sección 15 de la Audiencia Provincial de Madrid, que sí condena por falsedad a Cecilia Rosado, directora del máster, a un año y seis meses de prisión; y a María Teresa Feito Higueruela, que falsificó el acta del título, a la que se imponen tres años de prisión.

Los magistrados establecen que “no ha resultado probada ninguna intervención” de la expresidenta madrileña encaminada a presionar para se falsificara su título, que correspondía al curso 2011-2012. Se esgrime que la profesora María Teresa Feíto declaró no haber mantenido “contacto alguno” ni con la exmandataria autonómica ni con su gabinete para hacer un documento falso que mostrara que había cursado todo el máster.

La resolución señala que se ha acreditado que Cifuentes mostró “interés” en reunir documentación sobre su máster, pero que “nada se ha probado sobre que impulsara, sugiriera o presionara para la falsificación del documento en cuestión”.

“Nunca fue a clase”

“El hecho de exhibir públicamente la copia del documento que recibió del rector, no es más que un indicio, no corroborado por otros”, indica la sentencia, que sostiene que “las sospechas legítimas que pudieran existir” contra la expresidenta madrileña “no se han convertido en prueba suficiente” contra ella.

“Ni consta la presión inductora, ni el dominio del hecho, por lo que no se le puede imputar el delito”, afirma la Audiencia de Madrid, aunque los jueces apuntan que Cifuentes ha mostrado en todo el asunto de su máster “un conjunto de incongruencias relevantes e incompatibles con la actuación regular de un estudiante de postgrado”.

Se destaca que la exmandataria regional reconoció “que nunca fue a clase ni mantuvo contacto con ningún profesor” y que entregó el TFM o trabajo final del máster “de manera informal”, a pesar de lo cual acabó recogiendo el título.