Ayuso gana el plebiscito de Madrid con siete escaños más que los tres partidos de izquierda juntos

Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, al celebrar la victoria en el balcón de Génova 13 | Foto: PP/David Mudarra
photo_camera Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, al celebrar la victoria en el balcón de Génova 13 | Foto: PP/David Mudarra

La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del Partido Popular, Isabel Díaz Ayuso, ha arrasado en las elecciones autonómicas del 4-M al vencer con 65 escaños y quedarse a apenas cuatro de la mayoría absoluta. De este modo, ella sola supera a los tres partidos de izquierda juntos, puesto que Ángel Gabilondo, Mónica García y Pablo Iglesias suman 58 representantes.

Según el escrutinio definitivo de estos comicios regionales, Ayuso es la gran triunfadora porque en dos años ha duplicado los resultados que cosechó en la anterior cita con las urnas. De 30 diputados en 2019 pasa ahora a 65 escaños en la Asamblea de Madrid, donde ni siquiera necesitará el voto a favor de Vox en el debate de investidura, puesto que valdrá la abstención de la formación de Santiago Abascal en una segunda votación.

Ayuso salió al tradicional balcón que el PP coloca en las noches de victoria en la calle Génova de Madrid acompañada del líder nacional del partido, su íntimo amigo Pablo Casado, quien reivindicó el resultado como un “cambio de ciclo” y como el “kilómetro cero del cambio” que considera necesario en su intento de echar a Pedro Sánchez de La Moncloa.

La candidata popular barrió en las urnas con más del 44% de los sufragios y con 65 diputados, lo que duplica el porcentaje de los comicios de 2019 y además supone 35 escaños más que los que recibió entonces, cuando quedó en segundo lugar frente al socialista Ángel Gabilondo pero logró gobernar gracias a sus pactos con Ciudadanos y Vox.

La formación liderada por Inés Arrimadas queda fuera de la Asamblea de Madrid, pues supera el 3,5% de los votos pero no llega al 5% obligatorio para conseguir representación regional. La ocasión anterior el partido liderado entonces por Albert Rivera logró el 19,46% con 629.940 votos y ahora el mismo partido que encabeza Arrimadas se queda en algo más de 128.000 papeletas.

El Partido Popular parece recuperar la inmensa mayoría de los votantes que han abandonado a Ciudadanos, ya que de los 719.852 votos de 2019 pasa a más del doble con 1,6 millones de papeletas. Pero el triunfo del PP se sustenta también en miles de votos procedentes de la abstención y de electores que por primera vez participaban en estos comicios.

Centroderecha suma mayoría absoluta 

El escenario “ideal” para Isabel Díaz Ayuso, según confesaron a Servimedia fuentes cercanas a la candidata, era que el PP consiguiera un resultado suficientemente rotundo y cercano a la mayoría absoluta que hiciera innecesarios los votos de Vox.

Este deseo del PP de Madrid se ha convertido en realidad porque los 13 escaños de Vox son necesarios para alcanzar la mayoría absoluta pero no para superar a la izquierda, lo que supone que en el debate de investidura y en otras votaciones en la Asamblea de Madrid bastará la abstención de la lista encabezada por Rocío Monasterio.

Monasterio crece en 40.000 votos respecto a 2019 y logra un diputado más, que sumados al Partido Popular dan al bloque del centroderecha una amplísima mayoría de 78 diputados. Son nueve más de los 69 que conceden la mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid.

La dirigente regional de Vox presumió al comparecer ante la prensa de que sus 13 diputados son “necesarios” y “obligatorios” para formar gobierno en Madrid y para aprobar cualquier medida. Así dio a entender que el voto favorable de su partido será imprescindible durante los dos próximos años, aunque la realidad es que bastará en muchas ocasiones con la abstención porque en caso de votar en contra tumbaría las propuestas de Ayuso uniendo sus votos a PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos.

Más Madrid gana al PSOE en votos 

El triunfo del PP de Ayuso contrasta con el hundimiento del PSOE de Ángel Gabilondo, que en los comicios de hace dos años fue el más votado con 37 escaños y 884.218 votos. Ahora, el Partido Socialista pierde casi 300.000 votos a pesar del récord de participación y se deja por el camino 13 representantes y más de diez puntos.

El PSOE logra 24 diputados en la Asamblea de Madrid y empata así con Más Madrid, que también logra 24 parlamentarios, pero la candidatura de Mónica García supera en unos 4.000 votos a los socialistas. La médica fue uno de los atractivos de la campaña y confirmó en la noche electoral las sensaciones crecientes que tenía el partido de Íñigo Errejón.

El excofundador de Podemos ha conseguido en apenas dos años ser la primera fuerza de la izquierda en Madrid, después de que Pablo Iglesias le echara del partido fundado por ambos y de que montara una lista alternativa a partir del equipo de la exalcaldesa de la capital Manuela Carmena.

Ahora, Mónica García será la líder de la oposición en la Asamblea de Madrid frente a Isabel Díaz Ayuso, a la que durante los dos últimos años ha plantado cara con una crítica feroz a la gestión sanitaria de la pandemia de Covid-19.

Iglesias abandona la política

El último del parlamento regional y del bloque de izquierdas es Pablo Iglesias, que hace poco más de un mes ostentaba el cargo de vicepresidente segundo del Gobierno de España y ministro de Derechos Sociales. Entonces, dio la sorpresa al anunciar que renunciaba al poder para hacer posible un gobierno de izquierdas en esta comunidad, pero ni siquiera el efecto de saltar a la arena electoral desde La Moncloa lo ha hecho posible.

Iglesias mejora el resultado que Podemos tuvo hace dos años, cuando se quedó en siete escaños. Ahora tiene diez diputados con un punto y medio más de apoyo en las urnas y unos 60.000 sufragios añadidos, aunque él mismo admitió ante la prensa que era insuficiente y que el resultado de Madrid era una “tragedia”.

Iglesias decidió concurrir a estas elecciones no solo para evitar la desaparición de su partido en Madrid sino especialmente para liderar el cambio frente a Isabel Díaz Ayuso. Pero Unidas Podemos pierde la batalla tanto contra el PP como contra el PSOE y Más Madrid, que le más que duplica tanto en votos como en escaños.

Fruto de estos resultados, Iglesias aprovechó la misma noche electoral para anunciar su dimisión al frente de Unidas Podemos, al asumir que considera que no contribuye “a sumar” a este proyecto político. “Dejo todos mis cargos, dejo la política entendida como política de partido e institucional. No voy a ser un tapón para una renovación de liderazgos que se debe producir”.

Finalmente, Iglesias señaló a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como sucesora al frente del partido y como la persona que, en su opinión, debería ser la próxima presidenta del Gobierno. De este modo, deja la política y ni siquiera tomará posesión del escaño en la Asamblea de Madrid.