Simón se muestra “muy decepcionado” por las fiestas del fin de semana

Imagen de archivo de Fernando Simón
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El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes), Fernando Simón, se mostró este lunes “muy decepcionado” con respecto a las imágenes de aglomeraciones y celebraciones multitudinarias que se han sucedido en las últimas horas después de que este domingo haya decaído el estado de alarma decretado el pasado 26 de octubre por el Gobierno central para frenar la expansión del virus y que, admitió, no le han hecho “ninguna gracia”.

Así lo reconoció Simón en la habitual rueda de prensa tras la reunión del comité de seguimiento del coronavirus, en la que aseguró que le da “pena y tristeza” que se “utilicen” estos hechos y el fin del estado de alarma “con otros fines” ajenos al control de la enfermedad en un país “que ha sufrido lo que ha sufrido y con los sanitarios al límite de sus fuerzas”, y advirtió de que ni él “ni nadie en España” conoce la repercusión que estos actos tendrán “en los próximos días” en un posible repunte de casos y de ingresos en UCI.

No obstante, mostró “cierta esperanza” en que, “a pesar de todo”, el “impacto” de las escenas de estos días “no vaya a ser demasiado grande”, si bien advirtió de que puede ser “importante” entre algunos grupos no vacunados, y recordó que todavía “sigue habiendo gente vulnerable” y cerca de un 10% de vacunados que pueden seguir enfermando.

Por todo ello, aseguró que, “casi seguro” se observará un repunte en “unos pocos días” que espera sea “un pico puntual”, y admitió que le “gustaría” que estos hechos “no se repitan” y llamó a “reflexionar para no caer en los mismos errores en el futuro”.

“Siempre hay gente que, desde luego, no pertenece al grupo de los sensatos”, abundó, para defender que, “como país entero, vamos a salir mejores y muy reforzados” de la pandemia, al tiempo que aseguró no estar “enfadado”, pero sí, quizá, incluso “decepcionado” consigo mismo por, “a lo mejor, no haber sido capaz de transmitir bien el mensaje” adecuado.

En este punto, reconoció que él cuenta con un “púlpito” que le da una “visibilidad” que, a lo mejor, no ha “utilizado bien” y que el mensaje, “claramente, no se ha transmitido como debía”.

Simón subrayó que no existe “ningún contador” que muestre el número de días que quedan “para que podamos tener una siguiente ola” y recordó que el fin del estado de alarma “no era el fin del coronavirus, ni de las medidas de prevención ni de los riesgos”, para, a continuación, criticar que haya quien haya “utilizado” las imágenes de este fin de semana “con fines que no tenían nada que ver con el control del coronavirus”.

Profesionales sanitarios 

Preguntado sobre la reacción que hayan podido tener los profesionales sanitarios al ver estas imágenes, insistió en que no está “nada contento” con unas escenas que pueden haber sido “muy duras” para los sanitarios y confesó que no puede “imaginar” lo que pueden pensar los profesionales que trabajan en UCI “saturadas, viendo fallecer personas cada día en sus manos todavía”.

“No sé qué decirles, lo más que puedo es mandarles todo mi ánimo, demostrarles todo mi apoyo”, sentenció, convencido de que el “mensaje de consuelo puede ser que la vacunación progresa bien y que la cobertura en las personas más vulnerables es muy alta”.

Con todo, admitió que, “hasta cierto punto” puede “entender que algunos grupos de población tuvieran esas ansias por hacer estas cosas”, para, a continuación, instarles a tener el “valor y la responsabilidad de controlar lo que vayan a hacer en los próximos días” y a “ser muy prudentes y entender que, si tuvieron un periodo de relajo, de poder hacer lo que les dé la gana, ahora sean conscientes de que tienen que pasar otro período de controlar mucho con quién se juntan y cómo se juntan”.

“Si cerramos completamente el país de aquí a diciembre, seguro que acabamos completamente con el virus en España”, apostilló, convencido de que “no tenemos que hacer eso para controlarlo”. “No es necesario mantener medidas tan drásticas de forma permanente”, añadió, insistiendo en que España está “controlando perfectamente” la propagación del virus con las medidas actuales y que, “en general”, la población es “responsable” al observar unas medidas de contención que juzgó “muy contundentes” y “más que suficientes” para controlar la transmisión en combinación con la vacunación y la responsabilidad individual.

Con respecto al futuro, puntualizó que, “hasta hace dos días podíamos esperar que se continuara la tendencia descendente observada en los días previos, en los últimos 10 o 12 días”. “Hubiera dicho que teníamos una oportunidad importante de no tener una cuarta hora, ahora mismo no lo sé”, insistió.

“Es verdad que tenemos factores que nos pueden ayudar en algunas zonas y de alguna forma, pero son factores que ayudan a grupos concretos de población, entre ellos sobre todo la vacunación”. “Tenemos grupos ya muy vacunados, los grupos mayores de 80 años, mayores de 70 años, mayores de 60 años van teniendo coberturas de vacunación cada vez mejores y estos grupos están relativamente mejor protegidos”, señaló, si bien recordó que el “impacto” de la incidencia de casos en estos grupos “suele ser mayor”.

No obstante, puntualizó que hay grupos de edad, como los más jóvenes, en los que todavía no existe una cobertura de vacunación, “ni buena ni mala” y en los que los riesgos y la probabilidad de infección “sigue siendo exactamente la misma que existía hace unos pocos días”.

Finalmente, con respecto a la posibilidad de implantar un toque de queda en Madrid, asumió que, “desde luego, es una de las opciones que se pueden barajar, como en otras comunidades autónomas con incidencias muy altas”.