La Covid-19 disparó el absentismo hasta el 7,1% en 2020, récord histórico. Así se desprende del ‘X informe Adecco sobre empresa saludable y gestión del absentismo’ publicado este lunes. Se trata de estimaciones calculadas con los datos oficiales de horas pactadas y horas no trabajadas por incapacidad temporal y otras causas, dado que no es posible cuantificar con exactitud el absentismo y las estadísticas oficiales no lo miden de forma directa.
Según el estudio, en 2019 se alcanzó una tasa de absentismo del 5,5%, siendo esta cifra la más elevada de los últimos 20 años hasta que se ha visto superada por la de 2020. Así, se ha incrementado en 1,6 puntos porcentuales y se encadenan siete años de incrementos anuales.
En el primer trimestre de 2020, cuando empezaron a reflejarse los primeros efectos de la crisis del Covid-19, la tasa de absentismo subió al 6,3% y en el segundo trimestre marcó el 8,9%.
Adecco calcula para 2020 una pérdida total de horas laborables de casi 1.700 millones (frente a los 1.460 millones en 2019), lo que equivale a que 937.000 asalariados no trabajaron en todo el año. Entre las horas perdidas no se incluyen las horas no trabajadas por estar en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Considerando el coste medio de cada hora de trabajo, esos millones de horas no trabajadas pueden traducirse en un coste bruto para el conjunto de la economía española de 36.900 millones de euros en 2020 (el 3,3% del PIB).
Un total de 11 comunidades autónomas registraron en 2020 su mayor tasa de absentismo desde 2000, cuando empieza la serie histórica: Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, la Comunidad de Madrid y Navarra.
Sin embargo, la mayor tasa de absentismo en España correspondió una vez más, pese a haberla reducido, al País Vasco, con un 9%. Le siguieron Canarias (7,8%) y Baleares (7,7%).
Por otra parte, en esta edición se mide el efecto de la pandemia a través de una encuesta sobre aspectos como el teletrabajo y la salud laboral. Sobre el trabajo en remoto, las expectativas de las empresas en la intención de mantener y/o implementar el teletrabajo tras el fin de la pandemia han mejorado: aquellas que lo quieren implantar suben del 19,6% al 23% y aquellas que no prevén ningún uso de esta opción de flexibilidad bajan del 30% al 21%.
El 63% de las empresas consultadas tiene una percepción positiva o muy positiva de la productividad en el teletrabajo, y solo un 9% lo aprecia como algo negativo. Para las organizaciones, dos días de teletrabajo a la semana sería lo ideal en el futuro (44%).
Aumenta también la percepción de presentismo en las empresas hasta el 16% y el 55% de los encuestados identifica ya los problemas mentales y cognitivos (estrés y tecnoestrés, ansiedad, etc.) como la segunda causa percibida como factor de riesgo e incapacidad en la post pandemia, tras los problemas posturales y trastornos músculo-esqueléticos que siguen a la cabeza (63%).
