Bruselas rebaja al 4,6% su previsión de crecimiento para España en 2021 y al 5,5% la de 2022

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Foto: Parlamento Europeo
photo_camera La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Foto: Parlamento Europeo
La Comisión Europea ha publicado sus previsiones macroeconómicas de otoño, en las que rebaja su estimación de crecimiento para España en 2021 del 6,2% que preveía en julio al 4,6% de esta nueva previsión, mientras que la de 2022 la rebaja del 6,3% al 5,5%. De esta forma, Bruselas estima que el crecimiento de España en 2021 será inferior a la media del 5% que prevé tanto para el conjunto de la UE como para la zona euro, mientras que en 2022 el avance de la economía española sería superior al 4,3% que la Comisión estima que registrarán tanto la UE como la eurozona. Para 2023, la Comisión Europea calcula que la economía española crecerá un 4,4%, por encima del 2,4% de la zona euro y el 2,5% de la UE. Estas previsiones de Bruselas son inferiores a las que maneja el Gobierno español, que en su cuadro macroeconómico estima un crecimiento del 6,5% del PIB en 2021 y del 7% en 2022. En su análisis del escenario económico de España, la Comisión señala que, “después de registrar la contracción más profunda en la UE en 2020, la recuperación económica está ganando terreno en España”, y apunta que “la implementación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia sostendrá el impulso económico en el horizonte de previsión y estimulará la inversión pública y privada”. En cuanto a la recuperación del nivel de PIB anterior a la crisis del Covid-19, Bruselas prevé que la mayoría de los Estados miembro lo alcancen al final de 2021, aunque en el caso de Alemania lo estima para el primer trimestre de 2022; Italia en el segundo trimestre de 2022; y España en el primer trimestre de 2023. Sobre la evolución de 2021, la Comisión destacó que “desde el levantamiento del estado de emergencia a mediados de mayo, respaldado por el éxito de la campaña de vacunación, la economía española ha entrado en una recuperación constante”, sustentada en el consumo privado “como principal motor” y apoyada por el sector servicios, incluyendo el ocio y el turismo. Asimismo, Bruselas espera que en el horizonte de previsiones el sector exterior contribuya positivamente al PIB gracias a la paulatina normalización del turismo internacional. En este sentido, indicó que, “si bien la incertidumbre disminuyó significativamente gracias al control de la situación de salud a nivel nacional, aún existen varios riesgos”, como el hecho de que “la persistencia o resurgimiento de la pandemia en otros países podría influir en el crecimiento de España, en particular por el retraso en la recuperación total del sector turístico”. En esta línea, también advierte que “los cuellos de botella del lado de la oferta y los precios de la energía y el transporte podrían retrasar la recuperación a corto plazo, mientras que los desajustes del mercado laboral podrían afectar a la implementación de inversiones verdes y digitales del Plan de Recuperación”.

Déficit e inflación

En lo referente al déficit público, según las previsiones de la Comisión cerraría 2021 en el 8,1%, para bajar al 5,2% en 2022 y al 4,2% en 2023 “debido a un buen desempeño de los ingresos y el escenario macroeconómico propicio”, mientras que la deuda cerraría el presente ejercicio en el 120,6% y se reduzca al 118,2% en 2022 y 116,9% en 2023. La inflación, por su parte, cerrará 2021 en el 2,8% y bajaría al 2,1% en 2022, manteniéndose los actuales “niveles récord” hasta mediados del año próximo, para luego caer al 0,7% en 2023. En cuanto a la inflación subyacente -aquella que no tiene en cuenta los precios de la energía-, la Comisión prevé que aumente del 0,6% de 2021 al 1,5% en 2022 y se sitúe en el 1,3% en 2023. En el ámbito laboral, Bruselas estima que la tasa de desempleo en España se sitúe en el 15,2% al cierre de 2021, y se reduzca al 14,3% en 2022 y al 13,9% en 2023. De esta forma, la Comisión resaltó que “el mercado laboral ha mostrado una notable resistencia en comparación con crisis anteriores” y espera que la tasa de desempleo caiga en 2023 por debajo del nivel anterior a la crisis del Covid.

UE y Eurozona

En lo que se refiere al escenario económico del conjunto de la UE y la eurozona, la Comisión destacó que la recuperación está siendo “más rápida de lo esperado” y que seguirá en el horizonte de previsiones pese a “vientos en contra”, como el encarecimiento de la energía, los cuellos de botella en los suministros y las interrupciones en la producción en varias zonas del mundo, que afectan a la actividad del sector manufacturero europeo. En cuanto al déficit agregado de la UE, tras alcanzar el 6,9% en 2020, la Comisión estima que se reduzca al 6,6% en 2021, al 3,6% en 2022 y al 2,3% en 2023, mientras la deuda pública, tras alcanzar el 92% en 2020 (99% para la zona euro), se mantendría estable este año y comenzaría a bajar en 2022, para situarse en el 89% en el 2023 (97% para la zona euro”. El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, ha subrayado que “la economía europea se está recuperando con fuerza de la recesión, con una tasa de crecimiento proyectada del 5% este año”, atribuyendo este “éxito” a “nuestras medidas para amortiguar el golpe de la pandemia y aumentar las vacunas en toda la UE”. Sin embargo, ha advertido que “no es momento para la complacencia”, ya que “seguimos enfrentando incertidumbre con el virus y existen algunos riesgos con los que lidiar”. Así, sobre los precios, indicó que “necesitamos monitorear de cerca la inflación y ajustar nuestras políticas si es necesario”, y ha concluido que, “para mantener el rumbo, ahora debemos centrarnos en implementar las inversiones y reformas previstas en el marco del Plan de Recuperación para impulsar nuestro potencial económico ". Por su parte, el Comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha declarado que “la economía europea está pasando de la recuperación a la expansión, pero ahora se enfrenta a algunos vientos en contra”, destacando que “una respuesta política sin precedentes amortiguó el impacto del Covid-19 en trabajadores y empresas y una exitosa campaña de vacunación ha permitido la reapertura de nuestras economías desde la primavera”. En cuanto a los riesgos, Gentiloni ha remarcado“tres amenazas”, al señalar “un marcado aumento de casos de Covid, más agudo en áreas donde la vacunación es relativamente baja; el aumento de la inflación, impulsado en gran parte por un aumento en los precios de la energía; y las disrupciones en la cadena de suministros, que pesan sobre numerosos sectores”. “Debemos permanecer vigilantes y actuar según sea necesario para asegurar que estos vientos en contra no desvían la recuperación”, ha finalizado.