Los consumidores ven “útil” un “sello de calidad” de la carne, pero piden controles para garantizarla

Imagen de una explotación ganadera. Foto: Facua
photo_camera Imagen de una explotación ganadera. Foto: Facua
Facua-Consumidores en Acción y la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) consideran “útil” el “sello de calidad” para la carne procedente de explotaciones familiares propuesto por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y que el Ministerio de Consumo se ha comprometido a “estudiar”, si bien reclaman controles para garantizar dicha calidad. Así lo han defendido, en declaraciones a Servimedia, el secretario general y portavoz de Facua, Rubén Sánchez, y el director de CECU, David Sánchez, en relación a una herramienta que, a juicio del ministro Alberto Garzón, permitiría a la ciudadanía “diferenciar qué productos proceden de las macrogranjas”, convencido de que los consumidores “tienen derecho a saber con la mayor precisión posible de dónde procede la carne que están consumiendo”, según ha afirmado tras su reunión con representantes de UPA. A este respecto, el secretario general y portavoz de Facua, Rubén Sánchez, ha estimado “importante” que el usuario disponga de “información al máximo nivel de detalle” sobre la procedencia de la carne y ha asegurado que un sello de esta naturaleza “tendría que acreditar el tipo de ganadería e incluso el nombre de la ganadería donde se ha tratado” el producto cárnico. Además, ha subrayado que dicho marchamo de calidad debe ir “acompañado” del desarrollo de protocolos de inspección, ámbito en el que, según su criterio, España tiene “enormes carencias”, con el fin de “controlar” aspectos como el trato que se da a los animales o la alimentación que reciben “en todos los tipos de ganadería, tanto la extensiva como la intensiva”. “Evidentemente, nos preocupa enormemente lo que está ocurriendo en grandes granjas de ganadería intensiva y, por lo tanto, no se trata únicamente de poner un sello que los consumidores puedan identificar como sello de calidad, porque la calidad también tiene que tener una acreditación a través de inspecciones que indiquen que no se han detectado anomalías y que se está cumpliendo perfectamente la legislación”, ha apostillado. Mejora en la decisión de compra Por su parte, el director de CECU, David Sánchez, ha coincidido en que el futuro “sello de calidad” para la carne procedente de explotaciones familiares sería “útil”, dado que, según su parecer, “cuanta más información tenga un consumidor a la hora de hacer una decisión de compra, mejor”. Para Sánchez, en el caso de los productos cárnicos resulta “muy complicado" con el modelo actual que un consumidor “pueda distinguir entre una carne que tenga un origen extensivo o tenga origen intensivo”, por lo que ha juzgado “positivo” este tipo de etiquetado, si bien ha advertido de que a la confederación le "gustaría incluso ir más allá" y que se especifique el origen de dónde viene la carne y dónde ha sido criado o dónde ha sido sacrificado el animal. Tras reivindicar la implementación de un modelo similar al que existe con relación a productos como los huevos con el objetivo de que el consumidor “tenga claro el sistema de producción de la carne”, el director de CECU ha abogado, asimismo, por “equilibrar entre dar toda la información posible a los consumidores y no liarles con un montón de sellos”. “Hay que poner a disposición del consumidor una información clara y sencilla que, de manera intuitiva, pueda ayudar a elegir el mejor tipo de carne o productos animales”, completó. En este punto, también ha coincidido con Facua en la importancia de que dicho “sello” esté respaldado por “una garantía de que esa carne de verdad viene de la ganadería familiar” y ha admitido que le “preocuparía” que la implantación del mismo redundase en un aumento importante del precio de los productos cárnicos “más sostenibles”. Así, ha aseverado que, a la hora de “diseñar” un sello de este tipo, hay que “tener en cuenta” qué “carga burocrática” va a suponer su puesta en marcha para una ganadería e intentar reducirla “para que esto no se refleje en el precio” final. Sánchez ha reconocido que el departamento de Garzón está “en contacto permanente” con las asociaciones de consumidores y ha esperado que se “incluya” este asunto en las próximas reuniones, dado que, según su punto de vista, el etiquetado es “fundamental para la elección de compra”. Por ello, ha destacado que CECU está “más que abierta” a “discutir” la “modalidad” de un sello de este tipo o “cómo gestionarlo para que sea beneficioso”. Macrogranjas Por lo que respecta a las macrogranjas, ha puntualizado que, para el consumidor, “siempre es mejor apostar por un producto de ganadería familiar, de producción local y a pequeña escala” y ha valorado como algo “interesante y muy positivo para todos” que el modelo de producción y consumo de alimentos se haya situado “en el centro del debate político”, si bien ha exigido que dicho debate “se materialice en iniciativas que permitan a los consumidores elegir qué modelo o qué tipo de carne queremos consumir”. “Cada vez hay más encuestas que demuestran que hay una mayor apuesta por los productos locales, de cercanía, que no tienen mucho impacto ambiental, con lo cual, esperemos que toda esta polémica se materialice en propuestas legislativas que nos permitan avanzar hacia un modelo más sostenible”, ha resuelto.