El IPC sube una décima en enero debido a los carburantes, hasta el 5,8%

Una mujer poniendo gasolina
photo_camera Es el primer mes en el que se ha visto reflejado la rebaja del IVA de los alimentos

La inflación anual estimada del IPC en enero de 2023 refleja un incremento del 5,8%, lo que supone una subida de una décima con respecto al dato de diciembre, que se explica porque el aumento del precio de los carburantes fue mayor que en enero del año pasado.

Según el indicador adelantado elaborado por el INE publicado este lunes, la inflación rompe así una racha de cinco meses seguidos de descensos en España, en los que se había reducido cinco puntos desde el 10,8% alcanzado en julio de 2022.

La evolución de la inflación se ha visto influida por el hecho de que el descenso de los precios del vestido y calzado es menor que en el año pasado, mientras que, en sentido contrario, destaca la bajada de los precios de la electricidad, mayor que en enero de 2022.

Se trata, además, del primer mes en el que se ve reflejada la rebaja del IVA de algunos alimentos básicos que aprobó el Gobierno a finales del mes de enero, que incluyó una reducción del 4% al 0% en el IVA de frutas, verduras, leche, pan, huevos o legumbres y una rebaja del 10% al 5% en el IVA del aceita y la pasta.

En tasa mensual, los precios de consumo registran en enero un descenso del 0,3% respecto al mes de diciembre.

Por otro lado, la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta cinco décimas, hasta el 7,5%.

Por último, en el mes de enero la tasa de variación anual estimada del IPCA se sitúa en el 5,8%, tres décimas superior a la registrada el mes anterior. La variación mensual estimada del IPCA es del -0,5%.

CAMBIOS

El IPC publicado este lunes por el INE incorpora novedades metodológicas para las que ha sido preciso un desarrollo específico tras la implantación del cambio de base, el pasado año.

El primero de estos cambios se refiere a la ampliación de la cobertura de los mercados del gas y de la electricidad, con la incorporación de la parte relativa al mercado libre de ambos sectores. Para llevar a cabo dicha ampliación ha sido preciso realizar un proceso de adaptación de la información sobre precios del mercado libre de ambos sectores para hacerla compatible con las exigencias metodológicas del IPC.

El segundo cambio metodológico afecta a uno de los elementos estructurales que conforman el IPC: la estructura de las ponderaciones. A partir del año 2023 la fuente principal utilizada para el cálculo de las mismas pasa a ser la Contabilidad Nacional (CN), en lugar de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) como hasta ahora. “De esta forma, el IPC se adapta a los criterios establecidos por la reglamentación europea, que fija el año 2023 para su entrada en vigor”, justifica el INE.

A estos dos cambios metodológicos se suma otro que tiene que ver con el procedimiento utilizado para la realización de la encuesta. Se trata de la recolección de los precios por medio de dispositivos electrónicos. Este cambio se hará efectivo a lo largo de 2023. Con ello, se simplifica el proceso de obtención de información y se agiliza el procesamiento de la misma.

Esta novedad en el proceso de recogida está en consonancia con la línea de actuación destinada a adaptar el IPC a los cambios en el mercado para captar los movimientos de los precios de forma más precisa, y reducir la carga a los informantes. Para ello, como ya se anunció el pasado año, el INE explica que continúa trabajando para extender el uso de los métodos de recolección automatizada de la información en más sectores, mediante el aprovechamiento. Estas novedades se incorporarán no solo al IPC adelantado, sino al armonizado.