Más de la mitad de los españoles reducen su gasto en productos no esenciales

Una de las consecuencias de la escalada de los precios ha sido la búsqueda de marcas sustitutivas de menor precio
photo_camera Una de las consecuencias de la escalada de los precios ha sido la búsqueda de marcas sustitutivas de menor precio

La encuesta ‘Inflación e impacto por categorías de gasto’ de EY Future Consumer Index revela que el 58% de los españoles está reduciendo su gasto en productos no esenciales como la ropa (41%), los productos electrónicos (40%) o las bebidas alcohólicas (39%), además de disminuir desplazamientos o buscar alternativas para reducir su consumo de gasolina (39%).

El informe, realizado en varios países, entre ellos España, y consultado por Servimedia, llega después de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmara que el Índice de Precios de Consumo (IPC) se situó en el 5,9% en enero, dos décimas más que el dato de diciembre, y la inflación subyacente escaló hasta el 7,5%.

Una de las consecuencias de la escalada de los precios ha sido la búsqueda de marcas sustitutivas de menor precio. Un 35% de los encuestados ya lo ha hecho y un 31% ha cambiado a marca blanca, con especial impacto en categorías como productos para el cuidado del hogar (25%) y artículos de cuidado personal (19%). No obstante, los servicios médicos y los alimentos básicos son las categorías con menor nivel de cambio, al ser consideradas como categorías esenciales.

El estudio muestra que el 36% de los encuestados ve difícil mantener su nivel de consumo de bienes y servicios ante el incremento de los precios y el 60% se encuentra extremadamente preocupado por los incrementos en los costes tanto de electricidad, gas, agua y gasolina, como de los alimentos.

El socio responsable de EY-Parthenon, David Samu, aseguró que el consumidor español "está sufriendo subidas de precios en todas las categorías básicas de gasto no vistas en los últimos 30 años".

Finalmente, el 43% de los españoles espera que la situación económica se mantenga similar frente al 32% que estima que mejorará, mientras que un 24% considera que se producirá un empeoramiento. Además, los consumidores esperan una subida de precios prácticamente en la totalidad de categorías, con especial preocupación por los costes energéticos de los hogares y la gasolina.