El Rey ha señalado este viernes su «total reconocimiento, cariño y respeto» a las víctimas del terrorismo por la «lección magistral de fortaleza y dignidad» que dan cada día». «A ellas debe la sociedad española que esas tres valiosas palabras: memoria, dignidad y justicia no hayan perdido nunca su valor».
Así se ha mostrado en el discurso de agradecimiento por la concesión del IX Premio Contra el Terrorismo Alberto Jiménez-Becerril que Felipe VI ha recibido en el Ayuntamiento de Sevilla, donde era concejal Jiménez-Becerril, que fue asesinado por ETA, junto a su mujer, el 30 de enero de 1998.
«Ese mismo día yo cumplía 30 años; un día que se cubrió de una profunda tristeza, para mí, y para toda la sociedad española que, al igual que había hecho seis meses antes tras el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, volvió a llenar las calles», ha recordado.
El Rey ha instado a toda la sociedad a «mantener su legado y defender los derechos de los que fueron privados por querer tan solo algo tan precioso como vivir sus vidas con normalidad, respetando y salvaguardando la convivencia, la libertad, la democracia y el Estado de Derecho».
También ha puesto en valor el trabajo que lleva a cabo la Fundación Alberto Jiménez-Becerril para que «las jóvenes generaciones —y también las próximas— conozcan lo que sucedió, el dolor que la violencia terrorista causó a tantas personas y familias, y al conjunto de la sociedad española».
Por último, ha recordado, «cuando ahora se cumplen nueve años, en el primer acto público que la Reina y yo tuvimos tras la proclamación. Quisimos que fuera un encuentro con las víctimas del terrorismo; un compromiso moral y personal que queríamos transmitir desde el principio, y continuando la posición mantenida antes como Príncipes de Asturias. Porque las víctimas, quiero subrayar de nuevo, dignifican nuestra democracia».