Se dice que en sus profundidades se organizaban los más temidos aquelarres y que todos sus recovecos estaban plagados de brujas. Ahora, las hechiceras ya la han abandonado (o eso parece) pero la Cueva de las Güixas ya hace algún tiempo que está ocupada por otras pequeñas criaturas: los murciélagos. Cuando cae la noche, estos mamíferos (hasta mil) despliegan sus alas y toman cada rincón de este lugar, uno de los más mágicos del Pirineo aragonés. La cueva es la única visitable de Villanúa, la pintoresca localidad donde se encuentra, y durante todo el año se organizan actividades para que el público pueda descubrir sus secretos.
noticias relacionadas
Uno de ellos es que este lugar, que surgió hace 25.000 o 30.000 años en el Cuaternario, sirvió de refugio para diferentes grupos humanos en el Neolítico. La cueva y su centro de interpretación pueden visitarse prácticamente todo el año a través de unas visitas guiadas (de una hora y cuarto de duración) que tienen un precio de 9 euros los adultos y de 7,50 los niños de 4 a 14 años. En ellas, se podrá admirar la magnitud de este mundo subterráneo, su valor geológico y su riqueza biológica, además de aprender algunos datos curiosos sobre su historia como, por ejemplo, que durante la Guerra Civil sirvió como refugio para los soldados e hizo las veces de calabozo para los presos del régimen.
En la cueva viven más de mil murciélagos y precisamente gracias a esto fue catalogada en 2010 como Lugar de Interés Comunitario de la Red Natura 2000. De hecho, son estas pequeñas criaturas quienes hacen de la cueva un lugar rico y especialmente importante en el estudio y conservación de la biodiversidad. Y es que, los murciélagos son animales altamente protegidos. Durante la visita, el guía se encargará de explicar a los asistentes todo sobre estos pequeños mamíferos.
Y aunque digan que las brujas abandonaron hace unos miles de años la cueva, la realidad es que el misterio estará presente durante toda la visita pues allí se recordarán leyendas e historias como la de Guirandana de Lay, hechicera y envenenadora que fue sentenciada a muerte en 1461 precisamente por esa maldad que, como se descubrirá, no fue tanta como se creía.
UN NUEVO RECORRIDO Y VISITAS TEATRALIZADAS
Durante el verano, se organizan diferentes actividades en la Cueva de la Güixas y este se han preparado visitas guiadas muy especiales para adentrarse en esta joya turística. De la mano del personaje de Fray Damián los visitantes se sumergirán en una interesante búsqueda de pruebas que acrediten la existencia de los animales que conforman el Bestiario Medieval (algo de lo que el Fray está convencido). Lo harán los jueves de julio y agosto a las 17.00 horas recorriendo la cueva en una visita teatralizada al mismo tiempo que aprenden también la estrecha relación que ha tenido el lugar con el Camino de Santiago.
Los viernes de julio y agosto serán muy especiales y es que los visitantes tendrán la posibilidad de acceder a una de las dos galerías que normalmente están cerradas al público como medida de protección para los murciélagos. «Las noches espeleológicas en la cueva» tendrán lugar a las 21.30 y además del recorrido habitual, se visitará esta sala que fue usada como habitación para los humanos desde el Neolítico. La nueva visita permite adentrarse unos 1.100 metros y muestra aspectos geológicos y biológicos de la cueva.
Aunque a algunos les den un poco de miedo, los murciélagos son criaturas fascinantes y el 15 y 22 de julio y el 12 y 26 de agosto a las 20.30 serán protagonistas en la actividad programada en la Cueva de las Güixas. Serán salidas nocturnas para todos los públicos con el objetivo de ver y conocer a estos pequeños mamíferos en libertad. Estas ayudarán a desmitificarlos y a conocer realmente por qué son tan importantes en el mantenimiento de la biodiversidad.
La Villanúa más mágica llegará un año más del 31 de agosto al 3 de septiembre con un amplio programa de visitas teatralizadas, brujas, cuentacuentos, música en vivo, pasacalles y aquelarres divertidos para adentrarse en la tradición de la localidad y de la cueva.