Dos obras de carácter colectivo y confluencia temática: una boda. Son la conocida comedia de Jardiel Poncela y la original creación de unos jóvenes oscenses y zaragozanos.        

"Los ladrones somos gente honrada", y "La Boda"

Dos obras de carácter colectivo y confluencia temática: una boda. Son la conocida comedia de Jardiel Poncela y la original creación de unos jóvenes oscenses y zaragozanos.        

LOS LADRONES SOMOS GENTE HONRADA

Hace casi 80 años se estrenó en Madrid la comedia ‘Los ladrones somos gente honrada’, de Enrique Jardiel Poncela. Ahora, el Taller de tercero de la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza la ha presentado en el Teatro Principal, el pasado martes, día 12, como ejercicio final del curso.

Bajo la dirección de Paco Formento, 12 actores desarrollan una graciosa trama que ha sido llevada a la escena y a la pantalla en sucesivas ocasiones a lo largo de ese tiempo. La obra original cuenta con 22 personajes, que en esta versión han quedado reducidos a un número suficiente para permitir a los alumnos mostrar su habilidad desdoblando papel en la mitad de los casos.

Se trata de una obra compleja, de continua circulación, de intervenciones sincopadas y comicidad creciente. Los cuatro ladrones iniciales se ven reducidos a tres porque el jefe, Daniel, se enamora de Herminia, la heredera de la familia cuya mansión pensaban desvalijar. Se celebra la boda al cabo de un tiempo y vuelven a aparecer los antiguos compañeros, además de algunos parientes, ciertos vecinos y otras personas que se unen a la celebración.

El grupo de actores de la Escuela Municipal resulta bastante compacto, de modo que la acción se desarrolla con un ritmo sólido y unas interpretaciones consistentes, que van ganando a medida que avanza la representación. La escenografía es visual, eficaz, y permite la continua movilidad de los personajes. Se aprecia un buen trabajo de la voz en todos los actores, aunque a la hora de cantar, en algunas actrices se percibe que hay más de parodia que de música.

Es la ocasión de reivindicar una vez más la necesidad de elevar la situación académica de la Escuela Municipal de Teatro, que de sobra viene demostrando su solvencia y su alto nivel de profesionalidad.

LA BODA

El sábado, día 16, ocuparon el mismo escenario una treintena de jóvenes para interpretar una comedia musical de factura doméstica, titulada ‘La Boda’. El espectáculo se ha concebido, preparado y realizado entre Zaragoza y Huesca.

Se trata de un proyecto de la Asociación Jazz for Kids,  apoyado por el Patronato Municipal de las Artes Escénicas y de la Imagen de Zaragoza que apuesta, una vez más, por la promoción de estas iniciativas surgidas del aliento creador de los promotores. Jazz for Kids cultiva la música, la canción y la interpretación. Año tras año presenta nuevas propuestas que reciben el calor del público, que llenaba por completo las localidades del Teatro.

Escrita y dirigida por Irene Alquézar y Pato Badián, responsables de la sección musical, se han sumado al espectáculo los textos de la dramaturga Susana Martínez, combinando la acción con composiciones musicales de diversos estilos como el jazz, el funk y el pop escritas y adaptadas por Alejandro Esperanza y Daniel Escolano.

El resultado es simpático, a veces incisivo y suficientemente conjuntado, aunque muestra cierta irregularidad en cuanto a los intérpretes y a los cantantes, cosa natural.  Al tratarse en su mayor parte de aficionados que se esfuerzan en mejorar sus condiciones interpretativas, es importante valorar el trabajo en equipo, en el que destacan particularmente la actriz que hace de niña sobre patines y el actor que interpreta al sacerdote.

Hay en la obra un canto al amor sincero, un repudio de la parafernalia y de las apariencias, así como una valoración de la solidaridad. En este sentido, es un tanto excesiva la escena en la que una refugiada expone su situación en un largo monólogo, porque queda un tanto descolgado del conjunto de la obra.