La primavera ha llegado y con ella el aumento de las alergias que afectan a una gran parte de la población que, durante estas fechas, prefieren no separarse de los antihistamínicos y los pañuelos.
Es por esto que desde el mes de marzo comenzó el trabajo diario de la Estación de Aerobiología del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza (COFZ) y el Ayuntamiento de la capital aragonesa, facilitando así a todos aquellos que lo sufren una herramienta que les permita conocer los niveles actuales y poder adelantarse un poco a sus síntomas. Desde ese momento, ambas entidades comienzan la difusión diaria de los niveles de polen en el aire coincidiendo con la llegada de esta estación. Una difusión que se prolongará hasta el 15 de junio para, posteriormente, seguir trabajando pero de manera semanal.
Esta estación fue creada en enero de 1994 y permite estudiar el polen atmosférico de la ciudad los 365 días del año. Fue en este momento cuando las farmacéuticas Daria Bermejo y Ana María García impulsaron esta estación y se incluyó así en la Red Española de Aerobiología, siendo la única que hay en Aragón. Unos datos que, desde el año 2001, se recogen de manera conjunta entre el COFZ y el Ayuntamiento de Zaragoza.
De esta manera, es el propio personal del Consistorio quien se encarga de recoger las muestras del captador ubicado en la terraza del edificio del Servicio Provincial de Sanidad del Gobierno de Aragón, en el centro de la ciudad. Este captador succiona aire durante 24 horas del día a una velocidad constante “simulando el funcionamiento del pulmón humano”, explica la farmacéutica de la Estación de Aerobiología del COFZ, Alicia de Toro, quien cuenta el funcionamiento de este proceso.
La cinta adhesiva situada en el tambor de este mecanismo permite que los granos de polen y las diferentes partículas que hay en el aire se queden pegadas para así poder recoger las muestras que se llevan al Colegio donde Alicia las prepara. “El captador recoge todas las partículas que hay en el aire por lo que primero coloreo el grano de polen para así poder diferenciar cuando miro por el microscopio cada tipo de polen según la morfología”. Esto permite hacer un recuento y un posterior cálculo matemático cuyo resultado es el número de granos de polen por metro cúbico de aire y así se determina el nivel de concentración que hay de cada tipo polínico. “Estos niveles determinan el umbral de concentración que necesita la persona alérgica para desarrollar los síntomas de la alergia”, explica.
Una vez que ya se tienen los niveles establecidos se procede a la difusión de los resultados e informar así al Consistorio y a las farmacias para que dicha información llegue a todos los ciudadanos. Todo ello aparece en la página web del Ayuntamiento de Zaragoza, en la página web del COFZ, en redes sociales, en el panel de información ambiental municipal de Plaza Aragón, así como en las farmacias de la capital aragonesa.
Los 12 tipos mayoritarios de la ciudad de Zaragoza que se difunden son el plátano de paseo, las moreras, los chopos, los cipreses y enebros, los pinos, los olivos, los robles y las encinas, el árbol del cielo, las gramíneas, los llantenes, las ortigas y las parietarias. Todas ellas no corresponden solo a los meses más calurosos, sino que durante los meses de invierno también hay alergias como es la del ciprés y, según explica Alicia, este año al ser un invierno muy frío y seco “se ha retrasado el crecimiento de alguna especie” como es este caso, provocando que “haya habido niveles altos de ciprés, pero para primeros de marzo, coincidiendo con la presencia del plátano de paseo, se alcanzó una presencia de polen enorme”.
Actualmente, el ciprés tiene unos niveles muy bajos y todavía se mantienen altos en el plátano para luego dar paso a las gramíneas y ya en mayo y junio subirán en el olivo. “La concentración depende de la meteorología que tengamos. Cuando hay altas temperaturas se favorece a esta concentración de polen pero si llueve hace que descienda”, explica Alicia, quien, durante estos meses tan secos, recomienda el uso de la mascarilla a aquellas personas que tienen alergia como una muy buena barrera para evitar el contacto con el grano de polen.
