Otras cuatro zonas de la cuenca del Ebro entran en emergencia por la sequía

La CHE mantiene que los sistemas de abastecimiento cuentan con una situación “robusta” a pesar de la sequía
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La sequía que azota desde hace semanas o meses a toda la cuenca del Ebro continúa agravándose conforme pasan los días sin prácticamente una gota de lluvia. Ante esta situación, la Confederación Hidrográfica (CHE) ha declarado otras cuatro zonas en situación de emergencia, que son las unidades territoriales de la cabecera y eje del Ebro, el Iregua, el Bajo Ebro, y la del Aragón y Arbas, sumándose al Segre, que ya entró en esa situación la pasada semana.

Según detalla la CHE en su informe mensual, las precipitaciones en abril han sido “casi inexistentes”, lo que hace que prácticamente toda la cuenca se encuentre en sequía. Sólo se salvan aquellas zonas pirenaicas donde el deshielo adelantado ha tenido un “probable mayor impacto”, a saber, el Gállego y el Cinca, y el Garona, que nace en el Valle de Arán, pero desemboca en Francia, además de otras de la margen derecha en las que las aportaciones tienen un fuerte componente de descarga subterránea, como el río Jalón y el río Martín.

Sin embargo, la crisis de la sequía se extiende a gran parte de la cuenca, y otras cuatro regiones también están próximas a la situación de emergencia, como el Noguera-Pallaresa, Noguera-Ribagorzana, Ésera y Gállego-Cinca. Salvo cambio radical en las precipitaciones, será probable su entrada en emergencia para el próximo informe, advierte la CHE.

SITUACIÓN “ROBUSTA” EN LOS SISTEMAS DE ABASTECIMIENTO

Pese a ello, la CHE mantiene que los sistemas de abastecimiento cuentan con una situación “robusta” a pesar de la sequía, garantizando los suministros, incluso los que dependen de volúmenes transferidos desde la demarcación del Ebro (Consorcio Bilbao-Bizkaia, Consorcio de Aguas de Tarragona, Abastecimiento de Cantabria). “A pesar de que las condiciones se mantengan, el abastecimiento a la población puede considerarse con carácter general garantizado, aunque se recomienda adoptar medidas de concienciación y ahorro”, cita el informe de la Confederación.

En este sentido, con fecha 19 de abril de 2023, la CHE ha dirigido una comunicación a ayuntamientos para que valoren el estado de sus abastecimientos y la necesidad de tomar medidas de ahorro. Se solicitó a todas las diputaciones provinciales y comunidades autónomas uniprovinciales, que trasladaran esta petición a todos sus ayuntamientos. Así, los municipios empiezan a tomar medidas tanto de concienciación como de limitación de usos no esenciales (baldeos, fuentes públicas, riego de jardines y huertos).

Además, todos los regadíos han comenzado las campañas de riego aplicando restricciones, cupos o prorrateos de dotaciones, y en algunos casos limitando los riegos a intentar salvar los cultivos de cereales de invierno y la supervivencia de los árboles frutales. La situación es especialmente grave en el Segre, pero esta gravedad va llegando a otros lugares.