Aragón encierra en su interior un tesoro invaluable como son sus 238 humedales y lagunas. Estos ecosistemas son vitales para el ciclo hidrológico y el clima global, pero su rápida regresión en los últimos 60 años ha llevado a la desaparición de aproximadamente un 60% de su superficie encharcada original. La magnitud de su valor no solo se limita a su función en la naturaleza, sino también a su papel crucial en la supervivencia de diversas especies de animales que sobrevuelan nuestras cabezas.
La importancia de comprender y valorar los beneficios que ofrecen estos sistemas a veces no son fáciles de cuantificar. Te invitamos a explorar cinco de los espacios que hacen de Aragón un lugar valioso y único.
GALLOCANTA: EL PRINCIPAL SALINO DE EUROPA OCCIDENTAL
La laguna de Gallocanta es uno de los humedales más importantes de España. Y no es para menos. Se trata de una extensión de agua situada entre las provincias de Teruel y Zaragoza en la comarca del Jiloca rodeada por cultivos de cereal, hortalizas y alfalfa, con algunas pequeñas masas de chopos, serbales o almendros en sus alrededores.
Más de 220 especies de aves, entre las que destacan las rapaces y las acuáticas, eligen esta laguna como su casa en los periodos migratorios hacia África o el sur de España. La grulla es la protagonista de esta colonia, ya que cada migración entre los meses de octubre y febrero más de 60.000 ejemplares eligen Aragón como parada de invernada y cría, convirtiéndola en uno de los mayores espectáculos de la naturaleza en Europa.
Para los amantes de la fauna y la flora, su visita es una experiencia única. La laguna es tan rica y diversa que vas a poder disfrutar de estas aves en su hábitat natural. Asimismo, la reserva ofrece diversas actividades para conocer mejor la rica biodiversidad de este humedal como las “Rutas con las grullas”. Gallocanta es el mejor lugar para apreciar la belleza de la naturaleza en su máximo esplendor y aprender sobre la importancia de la conservación de los humedales en Aragón.
SARIÑENA: UN PARAÍSO EN MEDIO DEL DESIERTO DE LOS MONEGROS
La laguna de Sariñena es uno de los secretos mejor guardados de la naturaleza aragonesa. Un oasis que sorprende y enamora a todo aquel que lo visita. Situada en pleno corazón del desierto de los Monegros, es un paraíso acuático único que ofrece un espectáculo visual de colores y vida natural. Considerada la segunda zona húmeda más importante de Aragón y una de las diez más grandes de España, es el hogar de numerosas especies de aves acuáticas que encuentran aquí el lugar perfecto para descansar y alimentarse.
En invierno, más de 12.000 aves eligen sus orillas como refugio, lo que la convierte en un lugar perfecto para los amantes de las aves. Pero no solo eso, la flora y fauna de la laguna es rica y variada, con más de 400 especies de plantas y animales como peces, anfibios e insectos. Su perímetro de 8 kilómetros hace que cada rincón de la laguna sea diferente.
Alimentada por los ríos Flumen y Alcanadre, es uno de esos destinos que vale la pena descubrir, ya sea en solitario, con amigos o en familia, y donde se puede disfrutar de la tranquilidad, el aire libre y la belleza natural. Para conocer más sobre la laguna de Sariñena y su riqueza natural, se recomienda visitar el Centro de Interpretación situado en el pueblo. Allí podrás obtener datos interesantes sobre la fauna y la flora, así como detalles sobre su historia y su importancia para la región. Una experiencia única e inolvidable que no te puedes perder.
ESTAÑA: UN COMPLEJO ÚNICO DE LAGUNAS
¿Te gustaría visitar un lugar único en Aragón? Las lagunas de Estaña son un complejo de lagunas kársticas que destacan por su modelado inusual en humedales. A diferencia de la mayoría lagunas, las de Estaña no tienen afluentes y se nutren de aguas subterráneas. Este complejo situado en la Ribagorza está compuesto por tres lagunas: el Estanque de Arriba, el Estanque Grande y el Estanque Pequeño con un total de más de 19 hectáreas de superficie.
Este poljé, una depresión de origen kárstico, es un lugar de interés geológico. El complejo ha sido declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) debido a la rica diversidad de su ecosistema. Carrizos, eneas, junquillos y hierbas aromáticas son solo algunas de las plantas que podrás encontrar en la zona.
Aunque en cuanto a fauna las lagunas cuentan con más de 35 aves acuáticas como la garza real, patos, carriceros y ruiseñores o más de 100 especies de algas y 30 especies de zooplancton. Además, en su depresión, te encontrarás con un sistema único que alberga insectos acuáticos, peces como la bermejuela y reptiles acuáticos como el galápago europeo. Las lagunas de Estaña son un lugar muy recomendable para los interesados en geología. Si te apetece visitar un lugar especial en Aragón, no dudes en ir a Estaña y explorar este complejo kárstico.
CAÑIZAR: DE SU DESAPARICIÓN A SER UNA DE LAS MÁS IMPORTANTES
La laguna de Cañizar es uno de los mejores tesoros escondidos de Teruel. Debajo de sus aguas, esconde mucha historia y un gran patrimonio natural que merece la pena disfrutar. Este humedal de agua dulce ocupaba más de 11 kilómetros cuadrados en el fondo de la fosa tectónica del Jiloca, pero su desaparición en el siglo XVIII tras diversas obras de desecación, lo dejó un paraje natural oculto durante varios siglos.
En el pasado, era una importante fuente de vida y riqueza para la zona. Sin embargo, se acometieron diferentes obras para desecarla, y la laguna desapareció completamente. Pero ahora, gracias a un ambicioso proyecto de recuperación, el humedal está resurgiendo de sus cenizas.
Hoy en día, la laguna del Cañizar es uno de los mayores humedales de agua dulce del interior de Aragón, y alberga multitud de especies de flora y fauna típicas de estos ambientes lacustres. Además, ofrece visitas guiadas para que puedas disfrutar de sus sobrecogedores paisajes en cualquier época del año. Así que, si quieres conocer un trocito de historia de la provincia de Teruel y estás buscando un plan diferente, no dudes en visitarla.
CHIPRANA: UN TROCITO DE MAR EN PLENO ARAGÓN
Si buscas transportarte a un auténtico mar en tierra, no puedes dejar de visitar la Reserva Natural de las Saladas de Chiprana, en el Bajo Aragón zaragozano. Este espacio protegido es un conjunto lagunar de excepcional valor, cuya importancia geológica se combina con una gran diversidad de flora y fauna.
La Salada Grande, una laguna endorreica de aguas salinas permanentes y profundas, es la joya de la corona de la reserva y alberga un tapiz de microorganismos único en su lecho. La reserva cuenta con una impresionante fauna compuesta por 55 especies de aves acuáticas, muchas de ellas protegidas, y una flora de especial rareza, como el tomillo sanjuanero. Si quieres caminar, no puedes perderte la ruta que rodea la Salada Grande y el resto de las lagunas y cubetas que componen la reserva.
La Reserva Natural de las Saladas de Chiprana es un área protegida importante en la Red Natura 2000 y el Convenio Ramsar. Su geología es rica y cuenta con infraestructuras turísticas para una visita cómoda y segura. Si buscas un lugar para desconectar y disfrutar de la naturaleza en estado puro, este sitio no te defraudará.
