Las cooperativas agroalimentarias de Aragón facturaron 1.500 millones de euros en 2018

Los cooperativistas han pedido a la UE que aplique medidas de discriminación positiva
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Las casi 160 cooperativas agroalimentarias de Aragón han celebrado este miércoles su asamblea anual en Zaragoza. Esta unión de cooperativas, que agrupa a casi 47.000 agricultores y ganaderos, ha aprobado sus cuentas del pasado año 2018 en las que se refleja una facturación superior a los 1.500 millones de euros. Además, han querido lanzar un mensaje claro: las instituciones públicas han de redoblar las ayudas al sector para mantener un mundo rural vivo.

“Las cooperativas ejercemos un papel fundamental en la agroaindustria aragonesa”, ha señalado el presidente de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón, José Victor Nogués, que ha querido deja claro que son “vitales” para “la vertebración y para el desarrollo en esta España Vaciada de la que tanto se habla ahora”. Además, ha indicado que desde las cooperativas se está trabajando para ser más eficiente y competitivo económicamente con medidas de modernización y digitalización en el mundo rural.

Sobre la implantación de grandes empresas agroalimentarias extranjeras a la comunidad -como la italiana Pini, que está construyendo el mayor matadero de Europa en la localidad oscense de Binéfar- ha señalado que desde las cooperativas se ha apostado siempre por el modelo de agricultura familiar frente a ese tipo de grandes desarrollos. “Las multinacionales van y vienen por intereses pero somos las cooperativas las que creamos arraigo en el territorio y fijamos población. El consumidor europeo ha de concienciarse de esta realidad”, remarca Nogués.

También ha querido expresar su temor a que con el aterrizaje de estas nuevas empresas las cooperativas sean “menos valoradas” y ha pedido ayudas tanto al Gobierno de Aragón como a la Unión Europea, a la que ha solicitado aplicar medidas de discriminación positiva.

Perspectivas “poco halagüeñas” en la campaña del cereal

Nogués ha mostrado un panorama sobre la próxima campaña del cereal poco halagüeño. “La situación y los primeros datos que estamos recibiendo son preocupantes”, lamentaba Nogués, que ha indicado que el sector del cereal depende en gran parte de los precios agricolas fijados por el mercado internacional.

Por último, ha querido remarcar la importancia aplicar planes de regadíos -“donde hay agua, hay vida”, ha señalado- y ha defendido el papel que ejercen las cooperativas para controlar la contaminación medioambiental con medidas de regulación en materia energética o fitosanitaria.