Luis Suárez hizo los dos tantos de los maños. Foto: Real Zaragoza

Continúa invicto el Real Zaragoza en la presente temporada tras la octava jornada de liga. En dos ocasiones se adelantó el Real Oviedo por medio del exzaragocista Ortuño, pero los visitantes supieron reponerse. El árbitro pitó un penalti muy dudoso que fue determinante en el resultado final.

Saltaba el Real Zaragoza al campo con el once de gala que las posibilidades le permitían. Cristian, Delmás en sustitución del lesionado Vigaray, Atienza, Grippo y Nieto ocupaban la retaguardia. Eguaras, Guti con Ros y Kagawa en el vértice del rombo se encargaban de la creación del juego. Arriba, la pólvora, Luis Suárez y Dwamena.

El Oviedo necesitaba sumar su primera victoria. Y así lo demostró desde el principio. Los blanquillos, vestidos esta vez de amarillos, salieron con poca intensidad y lo pagaron caro. En el primer minuto, Ortuño remató un balón que debería haber sido despejado por una defensa dormida y el exzaragocista remató a gol.

Poco a poco despertaba el conjunto maño. Incluso, Luis Suárez tuvo una oportunidad de empatar el partido antes del minuto 10. En el 18 pudo hacer la igualada Nieto a pase de Guti, pero el balón rebotó en un jugador oviedista. Un minuto más tarde Grippo tuvo la más clara, solo ante Champagne, pero el suizo la envió por encima del travesaño.

El Oviedo estaba bien plantado en defensa. Pasaban pocos balones de la zona de tres cuartos. En el 28, Guti le metió un pase entre líneas que Kagawa remató y paró el guardameta local. Sin embargo, Ros y Eguaras cometían numerosas imprecisiones. En una de ellas, Cristian salvo un tres para dos que Sangalli estuvo a punto de convertir en gol.

Después de la media hora de juego, el Zaragoza parecía que volvía a ser el de siempre. Y en el 35, Dwamena robaba el balón, dejaba a Suárez solo y Bolaño cometía penalti. El cafetero lo convertía y volvían las tablas al partido. Los últimos diez minutos transcurrieron sin demasiado peligro y ambos equipos se iban al túnel de vestuarios.

Sin embargo, el VAR, teóricamente impuesto para impartir justicia, volvió a condenar injustamente al Real Zaragoza. Nieto tocó levemente a Ortuño, que se tiró al verde y el videoarbitraje se encargó de hacer el resto. El árbitro fue a verlo y decretó que se trataba de una pena máxima. Ortuño llevó de nuevo el esférico al fondo de las mallas.

Víctor Fernández leyó perfectamente el partido e introdujo a Pombo y Álex Blanco. Nada más salir, el canterano robó el balón y se la dio al exvalencianista. Este vio el desmarque de Luis Suárez por detrás de la defensa, le puso el balón medido y definió con clase. Todavía quedaban 25 minutos.

Dominó más el balón el Real Zaragoza. Lasure pudo hacer el tercero en el 85. La afición oviedista se encontraba volcada y eso ayudaba a los locales a contestar con alguna arremetida. Álex Blanco y Guti seguían buscando sin descanso la portería rival, pero no encontraron fortuna. El colegiado, tras cinco minutos de añadido, decretaba el final de un partido de infarto.

El VAR volvió a ser innecesario protagonista de un encuentro que se podría haber llevado el Real Zaragoza. El punto deberá hacerlo bueno el conjunto blanquillo venciendo al Málaga en La Romareda. La hinchada será fundamental porque, como aseguró Víctor Fernández, no hay ningún rival ni ningún equipo fácil en la Segunda División española.

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