Lanza siente que lleva dos años en prisión “por defender su vida”

El acusado ha lamentado el daño que haya podido provocar a la familia
photo_camera El acusado ha lamentado el daño que haya podido provocar a la familia

El acusado del conocido como “juicio de los tirantes”, Rodrigo Lanza, ha ejercido al término de la quinta sesión del juicio su derecho a la última palabra. Poco más de un minuto ha empleado Lanza en lamentar el fallecimiento de Víctor Laínez recalcando que en todo momento actuó en legítima defensa.

“Me atacó sin motivo aparente alguno y espero que puedan comprender que actué en legítima defensa. Pasé mucho miedo”, ha declarado añadiendo que pensó en aturdirlo para poder huir. “Nunca imaginé que podría ocasionarle unas lesiones tan graves ni mucho menos la muerte”, ha dicho.

“Siento mucho su fallecimiento y también siento el sufrimiento que haya pasado su familia”, ha dicho explicando que lleva “dos años preso por defender mi vida y eso me frustra mucho”.

Lanza propinó un golpe que hizo caer a Laínez al suelo inconsciente e inmóvil

Durante el resto de la sesión se ha recogido la entrega de informes así como la exposición de las conclusiones por las partes. La defensa mantiene que hubo un golpe que le causó la muerte al golpear contra el suelo, mientras que la Fiscalía y acusaciones popular y particular continúan sustentándose en el uso de un objeto romo y contundente.

La defensa ha sido la primera de las partes en exponer sus conclusiones a través de un escrito que ha leído el abogado de Rodrigo Lanza, Endika Zulueta. El letrado ha explicado cómo Rodrigo, al salir del bar de trabajar, bebió alcohol y se reunió con un grupo de conocidos para ir de fiesta. Tras llegar al “Tocadiscos” Rodrigo se percata de que alguien le mira fijamente, habla con él y tras ello se percata de que Laínez no paraba de escribir con el móvil y pensó que podría estar contactando con alguien.

La lectura de las conclusiones ha continuado con el abogado relatando cómo Lanza abandonó el bar y Laínez salió tras él. El amigo de Lanza le avisa de que llevaba una navaja y le golpea en la cara con un fuerte puñetazo frente a él que hace que su cabeza golpee contra el suelo con la única intención de defender su vida. Presa del pánico, dice su abogado, le sigue golpeando en la cara percibiendo en algún lugar la navaja.

“Nunca imaginó que podría hacer sufrido lesiones graves y continúo haciendo su vida normal. Laínez presentaba un traumatismo craneoencefálico con paro cardíaco”, ha defendido Zulueta añadiendo que “presentaba una única lesión potencialmente mortal que no es compatible con mosquetón ni puño americano”. La lectura ha concluido con que Lanza “actuó en todo momento motivado por el temor a perder la vida sin influencia de la condición ideológica”.

La Fiscalía

Tras la defensa ha sido el turno de la Fiscal, Ana Cabeza, que ha dejado claro que la intención de Lanza “fue la de causar la muerte o cuanto menos era plenamente consciente por la forma y modo de la agresión”. La fiscal ha expuesto “cinco elementos que han quedado probados”. La primera era que la única persona que agredió a Laínez en el “Tocadiscos” fue Lanza; sus acompañantes lo reconocieron; las zapatillas que llevaba en el momento de la detención era las que portaba aquella noche del 8 de diciembre… Además, ha declarado, en el acontecer de los hechos se distinguen tres sucesos: la conversación al entrar en el bar, lo acontecido entre las dos puertas del bar y la pelea con el golpe final.

Según la autopsia, ha relatado la Fiscal, en las manos y extremidades superiores no hay signos de defensa o lucha, ni tampoco en los pies. Solo en una de las manos en la zona lateral y se encuentran una semana después. La lesión de la cara no podía ser por una patada y Laínez no pudo ser capaz de esconder la navaja. “Ese señor estaba medio muerto en el suelo”, ha apuntado.

Acusaciones particular y popular

El abogado de la acusación particular ha defendido cómo Lanza ejecutó y remató a Laínez que se desvaneció, cayó y fue atacado de forma insistentemente. “Les pido en nombre de la familia que sean justos que esto fue un vil asesinato”, ha concluido.

La acusación popular ejercida por el partido político Vox ha comenzado enumerando que “por aquí han pasado tres forenses, psicólogas, médicas del clínico… ¿Qué más quiere la defensa?”. Pedro Fernández ha espetado que “la propia defensa no es creíble debido a un exceso de defensa, le resta credibilidad”. “Nos acaba de citar todos los posibles eximentes y atenuantes y ¿en un solo caso van a darse todos ellos? Usted ha pensado algo tengo que meter, pues no”. “Puede haber legítima defensa o influencia del alcohol pero usar todos los eximente es un exceso”, ha explicado.

Laínez, ha explicado el abogado, “tenía la cara desfigurada, era masa gelatinosa que respiraba de milagro y uno de los testigos llegó a vomitar”. “Veo en la defensa cierta desesperación a poner una navaja en la escena del crimen”, ha explicado.

“No hay legítima defensa, tiene la oportunidad de huir de lo que le da tanto miedo y no lo hace, prefiere entrar a seguir golpeándole y prepara la pelea al dejar la mochila y la chaqueta y posiblemente coger de la mochila el mosquetón”, ha concluido Fernández.

La defensa

La defensa ha comenzado su intervención preguntando al jurado si habían visto “Doce hombres sin piedad”, una obra que, a su juicio, “debería ver cualquier persona que fuera jurado”. “Dicen constantemente que este abogado es muy pesado, que lo cuestiona todo… pero es que esta es mi labor y si no sería un mal abogado”, ha expresado justificando que ha presentado entre seis y siete circunstancias que eximen a Lanza y, ha añadido, “ojalá pudiera presentar todo el Código Penal”. “¿Qué tipo de asesino es aquel al que le llama la policía y le dice que ahora mismo se presenta pudiendo haberse marchado a Chile o Barcelona?”, ha añadido.