El acusado del crimen de Delicias afirma que se metió "de todo", "le agarró del cuello y le tapó la boca"

La defensa ha reconocido que es “innegable” que su cliente acabara con la vida de Raquel
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El jurado popular que juzga esta semana al hombre acusado de matar a su pareja en el barrio de Delicias está compuesto por ocho hombres y una mujer. El jurado deberá decidir si el acusado, de 41 años, es culpable de un delito de asesinato con las circunstancias agravantes de alevosía, parentesco y violencia de género, como mantienen la Fiscalía y la acusación particular, o de homicidio con las atenuantes de trastorno mental, arrebato, drogadicción y confesión, como sostiene su defensa. El acusado, David Pellicer, ha declarado que “le agarró fuerte del cuello, le tapó la boca y se metió de todo”.

En actitud chulesca el acusado ha respondido a las preguntas primero de la Fiscal a quien ha admitido que “no sabe si la muerte fue causada por estrangulamiento o por caída”. “No se lo que pretendía, se me fue la cabeza”, ha dicho.

El acusado ha relatado unas circunstancias muy distintas a las de la acusación. Un escenario en el que él, ha asegurado, se sentía “ninguneado” y “nunca quiso ocasionarle ningún daño”. Ambos se encontraban en la cama, a oscuras y discutiendo de espaldas, le cogió por detrás del cuello, se pusieron encima de la cama y cayeron. “Solo usé una mano, con la otra le tapé la boca para que no gritara”, ha descrito asegurando que estaba “drogado y alcoholizado” tras haber consumido un gramo de cocaína, otro de speed, siete u ocho cervezas, 78 gramos marihuana, diez antidepresivos y 15 orfidales.

Tras ello ha asegurado que estuvo más de una hora y media abrazado al cuerpo. “No supe cómo reaccionar, me daba todo igual y por eso después consumí más droga y antidepresivos”. Sin embargo el acusado tardó cinco horas en presentarse en la comisaría allí les dijo a los agentes que “creía” que su mujer había fallecido. El acusado cambió la posición de cadáver porque callo encima de la mesita, esta le cayó encima, “la coloque bien y cerré uno de los cajones de la mesita”, ha descrito.

Respecto a las páginas web que el acusado visito días antes ha argumentado que lo hizo para suicidarse, no para matar a Raquel. Sin embargo, a la pregunta de la Fiscal de si alguna vez lo intentó ha reconocido que no, “sólo lo pensé”. “Estoy muy apenado por la familia y por mí mismo ya que no tendría que haberme visto en esta situación”, ha dicho.

La Fiscal ha argumentado que el homicidio es el delito que “por excelencia es objeto de juicios con jurado popular”. “Que un ser humano cause la muerte a otro es de tal gravedad que toda la comunidad se ve afectada, no es algo entre dos personas”, ha afirmado, apelando al sentido común porque “que un señor haya matado a su pareja utilizando tal fuerza que le ha llegado a romper el cuello y días antes había visitado páginas de cómo hacerlo, nos puede llevar a pensar que lo hizo de forma intencionada”.

La acusación particular, ejercida por Noe Gabas, ha argumentado que “no se acusa por ideas sino por pruebas”. “No solo es autor de un delito de asesinato, ya que hay alevosía, sino también de uno de malos tratos continuos hasta que llegó la fecha de la muerte”. El Ministerio de Hacienda que también está personado en el juicio ha defendido su presencia en “ayudar a la medida de que el dinero que ha pagado el Estado lo pague el acusado”.

La defensa ha reconocido que es “innegable” que su cliente acabara con la vida de Raquel. “Fue la fuerza de la caída por la que se rompió la vértebra y el fallecimiento”, ha dicho, negando que el acusado buscara por Internet cómo matar a su mujer, sino que lo que hacía era “buscar cómo suicidarse y una página le llevaba a la otra”. Sánchez también ha asegurado que David “fue maltratado” haciendo una descripción de la víctima sobre su estilo de vida, sus aficiones y sus prioridades. “Ambos habían consumido droga que, unido al estado pasional, le llevó a un trastorno mental transitorio que le produjo un cortocircuito momentáneo en la cabeza”, ha dicho.

Tras la primera sesión del juicio el abogado de la familia, Noe Gabas, se ha referido a la actitud chulesca del acusado que ha sido la protagonista la sesión. “Es una persona autoritaria que se cree por encima de los demás y absolutamente machista. Primero es él y después vamos los demás”.