Parecía que nunca llegaría el momento de retomar la competición, pero ya está aquí. Los dos equipos aragoneses de fútbol que campan en el fútbol profesional han vuelto. La cuenta atrás ha finalizado, vuelve el fútbol, y con él, el objetivo de ambos conjuntos por ascender a Primera División.
Lo que va a verse a partir de ahora es una pequeña competición de tan solo once jornadas, donde todos los equipos necesitarán adaptarse. Nunca se había visto algo similar en el mundo del fútbol, y el conjunto que coja antes el ritmo será el mayor beneficiado. Hay que recordar que, desde el 8 de marzo, no se ha podido jugar.
Tres meses separan a los equipos de Primera y Segunda División de su último partido profesional. Y en ese momento, el Real Zaragoza iba lanzado para lograr el ascenso directo. Recuperar esa dinámica será una tarea de titanes; de héroes, pero en el peor de los casos, aventaja en cinco puntos al Almería, su inmediato competidor.
El segundo entrenador blanquillo, Loreto, ha explicado que la clave ha sido la buena actuación antes del parón. “El secreto está en seguir la línea de los 31 primeros partidos”, ha asegurado en una entrevista para los canales del club. Otro aspecto fundamental es que se encuentra “con la misma fortaleza que cuando empezó todos esto”.
Viene un proceso complicado, en el que, por ejemplo, no se sabe cuántos lesionados van a caer con este sistema. El propio Loreto reconocía que era “una incógnita” lo que podía suceder. Por otro lado, el hecho de perder a los aficionados hace que el deporte que se va a disputar deje de ser el que era. Jugar sin público “no es fútbol”, sino “otra cosa”. Y más en Zaragoza, donde esa armonía entre equipo y afición provocaba que los jugadores no quisieran salir del campo.
El Alcorcón viajará a tierras zaragozanas para medirse a los maños en una Romareda como mínimo casi vacía. El factor campo se ha perdido absolutamente, pero Loreto insiste en que no hay que lamentarse, porque el partido tiene “la misma importancia que hace tres meses”. Deben confiar en lo que han hecho a lo largo de 31 jornadas para seguir rindiendo y demostrar que lo único que ha pasado es el tiempo.
El Huesca, en playoff
La Sociedad Deportiva Huesca tenía algo más difícil el ascenso, pero también factible. De hecho, los propios portavoces del club han señalado que ese es su objetivo. Lo cierto es que, al ser un recién descendido, siempre van a tener esa obligación moral de ir a por el ascenso. Cinco puntos le separan de la segunda plaza marcada por los zaragocistas.
Once jornadas para hacer los deberes u once jornadas para fracasar. Eso es lo que le queda al Real Zaragoza y a la Sociedad Deportiva Huesca hasta mitad de julio, cuando terminará la competición si todo va según lo previsto. Es apenas un mes y medio para dictar sentencia sobre el futuro del fútbol aragonés.
