Las cuatro denominaciones de origen de Aragón tienen previsto recoger alrededor de 140 millones de kilos de uva en la campaña de vendimia, que se iniciará progresivamente a lo largo de las próximas semanas. El clima favorable en los meses de invierno y primavera ha permitido sumar un incremento cercano al 10% respecto al año pasado, cuando la falta de precipitaciones mermó la cosecha.
En concreto, en la D. O. Cariñena, las previsiones oscilan entre los 82 y los 89 millones de kilos, situándose en la media de los últimos diez años. Además, tal y como ha detallado el presidente del Consejo Regulador, Ignacio Casamitjana, “el estado sanitario de la vegetación y de la uva es muy bueno”, lo que da expectativas de conseguir un producto de “muy buena calidad”.
Una línea similar mantienen en el Campo de Borja, donde incrementan de forma notable su producción de 20 a 28 millones de kilos y en Calatayud, que recupera cifras de hace dos años, con cerca de 13 millones de kilos. El secretario de la D. O. Campo de Borja, José Ignacio García, ha destacado la “abundancia increíble” de lluvias invernales y primaverales, “muy bien repartidas” en el primer semestre del año, que ha permitido “un buen desarrollo vegetativo” de la planta y una óptima floración de la uva. Igualmente, el presidente la D. O. Calatayud, Miguel Arenas, ha valorado la ausencia de granizo durante los meses críticos del sembrado. “Está muy sana. No ha sufrido ataques de la naturaleza ni enfermedades que le puedan afectar. Esperamos una uva de muchísima calidad”, ha remarcado.
Por el contrario, la meteorología no ha sido tan favorable en la D. O. Somontano, que ha sufrido heladas primaverales, lluvias y pedrisco que ha reducido las previsiones hasta los 15 millones de kilos, seis menos que el año pasado, que fue de récord. “Fue una añada que para otras denominaciones de origen fue peor y más corta, pero para nosotros fue extraordinaria. Este año es al revés. Nosotros embotellamos aquello que la naturaleza nos da cada año y viene marcado por las lluvias. Esperamos que tengan una acidez y frescura que se refleje en los vinos”, ha destacado la presidenta del Consejo Regulador, Raquel Latre.
Las ventas, marcadas por el coronavirus
La introducción de nuevas tecnologías y maquinaria en la recolección va a permitir que la expansión del coronavirus no vaya a tener importantes efectos en la vendimia. No obstante, las ventas y los mercados, principalmente los canales Horeca, sí se van a ver especialmente limitados para la crisis económica y sanitaria, que limita la actividad en bares y restaurantes. Así, las previsiones anuncian caídas de ventas que podrían rondar el 20% en algunas de las denominaciones.
Por este motivo, el mercado internacional, que alcanza el 80% en Cariñena o Calatayud, va a tener especial protagonismo en los próximos meses, con el objetivo de revertir la caída de ventas dentro del país. En este sentido, las ventas en los supermercados y, sobre todo, las tiendas online se han erigido como buen escaparate para las bodegas.
Asimismo, el coronavirus también ha afectado a los tradicionales actos que celebraban las denominaciones de origen, como la Fiesta de la Vendimia que cada septiembre organiza la D. O. Cariñena, que ha sido cancelada, o los actos de la Ruta del Vino del Somontano, que se han adaptado para seguir ofreciendo un atractivo y seguro destino turístico a través de sus bodegas.