Su tamaño y su usabilidad hacen que sea un aparato versátil cuyas aplicaciones no se limitan al ámbito sanitario

Desde la irrupción de la pandemia el pasado mes de marzo, los expertos no han dejado de incidir en que la distancia social, el lavado de manos y el uso de la mascarilla son fundamentales para evitar contagios. En esa ecuación tampoco puede faltar la limpieza y desinfección de estancias y superficies, sobre todo en lugares concurridos.

Ante esta emergencia sanitaria, la compañía zaragozana Alcora y la argentina UV Robotics han puesto la tecnología más puntera al servicio de la lucha contra la Covid-19 y se han unido para ofrecer UVR-bot, un robot capaz de desinfectar un box de UCI en poco más de 15 minutos a través de la luz ultravioleta, mezclada con inteligencia artificial, con una eficacia que roza el 99,96%.

La utilización de la luz UV para la desinfección de espacios resulta más segura que el uso de productos químicos convencionales. La aplicación de estos últimos es más lenta y tediosa y, además, puede suponer riesgos para quienes los inhalan. A diferencia de ello, UVR-bot no requiere de plazo de seguridad -que tras el uso de algunos productos es de hasta tres horas- ya que, una vez terminada la desinfección, la estancia puede volver a ser utilizada inmediatamente. “Esta tecnología permite establecer pautas menos contaminantes con el medio ambiente, un mejor uso de los recursos y un beneficio sanitario evidente para el ser humano al no exponerlo a los riesgos derivados del uso de productos químicos”, explica Miguel Sánchez, gerente de Alcora Salud.

Su tamaño y su usabilidad hacen que sea un aparato versátil cuyas aplicaciones no se limitan al ámbito sanitario. Además, cuenta con 16 tubos de 30W de luz UV-C germinicida dispuestos en un arreglo de 360 grados para que la luz llegue hasta cualquier rincón y con una plataforma omnidireccional que facilita su movimiento. Esto le permite intervenir para desinfectar autobuses, aviones y otros medios de transporte, salas de espera, centros de mayores, colegios, entidades bancarias, hoteles, ascensores o aseos.

En la creación de este robot también ha primado la seguridad de las personas, ya que al manejarse a distancia no es necesario que nadie se exponga a ambientes contaminados para desinfectarlos. Gracias a la inteligencia artificial y a sus cámaras y sensores, que funcionan como su cerebro y sus ojos, UVR-bot mapea la estancia y calcula el tiempo y la posición en la que debe estar en cada momento. Asimismo, si durante el proceso detecta la presencia de humanos, interrumpe inmediatamente la desinfección.

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