Aragón invierte un 1,9% de su presupuesto en I+D+i, inferior al 2,5% planeado por Moncloa para 2021

Es la principal conclusión del Fondo aragonés de I+D+i diseñado por la Consejería del ramo y que aglutina por primera vez todas las inversiones de cada departamento a proyectos innovadores
photo_camera Es la principal conclusión del Fondo aragonés de I+D+i diseñado por la Consejería del ramo y que aglutina por primera vez todas las inversiones de cada departamento a proyectos innovadores

El Gobierno de Aragón destina actualmente 148 millones de euros del presupuesto autonómico a inversiones en I+D+I. Es el 1,9% del total de las cuentas aprobadas por las Cortes para 2021, un porcentaje seis décimas inferior al 2,5% planteado por Moncloa en los PGE, aunque estos incluyen fondos europeos que la consejera de Ciencia, Maru Díaz, confía en que, al menos una parte, sean transferidos a las comunidades para incrementar el 1,9%.

Es la principal conclusión del Fondo aragonés de I+D+i diseñado por la Consejería del ramo y que aglutina por primera vez todas las inversiones de cada departamento a proyectos innovadores y de investigación. “Es una foto fija de qué situación estamos”, ha adelantado Díaz, que atribuye este montante a los acuerdos entre Ejecutivo, empresas y oposición para lanzar el Pacto por la Ciencia en 2016 y aprobar la Ley de Investigación e Innovación de Aragón en diciembre de 2018.

Estos 148 millones se dividen en tres apartados. El primero es la “inversión tradicional”, que supera ligeramente los 100 millones de euros, y que es un 23,2% más que los 81 millones que se destinaban en 2019. Igualmente, supone pasar de 62,15 euros/habitante a 76,74 euros. “Este aumento cumple con la Ley de la Ciencia. Nos creíamos que había que mejorar la inversión y sostenerla. Debemos apostar por ese papel anticíclico en momentos de crisis. Venir del año más duro de nuestro país y haber aumentado la inversión demuestra que se puede hacer”, ha expuesto la consejera.

Por otro lado, se encuentran 42,8 millones de euros del Fondo General de Universidades, que es “una parte de la transferencia que dedicamos a la UZ”, y 5,7 millones de proyectos del FITE. “Estos 148 millones son una cifra contundente, pero también mejorable. Coloca la inversión en I+D+i en un 1,9%, lejos del horizonte europeo, pero más cerca que hace unos años”, ha remarcado Díaz.

De ese montante, 14,3 millones se invierten en Sanidad, con un millón para la financiación de ocho proyectos Covid que no accedieron a ayudas estatales y 600.000 euros en nuevos contratos de Araid. Además, aparecen 13,7 millones dedicados a innovación agroalimentaria, 7,2 en investigación agraria y medioambiental, 3,5 millones en la aplicación del hidrógeno como fuente de energía o 2,8 en el vehículo eléctrico.

Igualmente, se destinan 27,7 millones de euros a la investigación básica. “Toda la investigación que luego se trasfiere y se convierte en innovación, necesita un sostenimiento a aquellos profesionales cuyos frutos no se producen mañana, pero que dentro de diez años les agradeceremos dónde estamos”, ha aseverado la consejera, que ha puesto en valor otros tres millones de euros a la astrofísica desde Arcos de la Salina.

Más allá de estas cifras, desde el Departamento de Ciencia también destacan el grado de ejecución de estas inversiones, situándose en un tercer puesto entre todas las comunidades con un 94%, 16 puntos por encima de la media del Estado. “No tenemos, por desgracia, los fondos de Cataluña o País Vasco, pero lo que tenemos lo gastamos hasta el final”, ha añadido Díaz.

Atracción de talento

Aparte de las inversiones, la retención y atracción del talento es otro de los focos del Ejecutivo, que destaca la “buena capacidad” para mantener profesionales, pero todavía no “tenemos todo el potencial desarrollado” para atraerlo o devolverlo a la Comunidad. “Las mejoras son dar empleos estables, hacer ofertas de empleo público, asegurar carreras de investigación, sueldos de calidad y que los investigadores se integren en ecosistemas estables. No hay una fórmula mágica, pero hay que hacer apetecible volver. No podemos competir con salarios de Finlandia o Alemania, pero sí competir en calidad de vida, estabilidad o garantía en la investigación”, ha remarcado Maru Díaz.