El objetivo no es otro que cubrir las 452 plazas correspondientes a un total de 21 especialidades

Casi  6.800 personas se daban cita este sábado en 21 puntos diferentes del territorio aragonés (11 en Zaragoza, 5 en Huesca y 5 en Teruel) para llevar a cabo las oposiciones a docentes de Secundaria, Formación Profesional y Artes Plásticas y Diseño. Finalmente solo se han presentado el 50% de los inscritos. El objetivo no es otro que cubrir las 452 plazas correspondientes a un total de 21 especialidades. A lo largo de la mañana se han desarrollado las pruebas teóricas, mientras que esta misma tarde y durante el lunes y el martes se realizarán los apartados prácticos.

Una de las grandes novedades de las oposiciones de 2021 es el sistema de exámenes en espacios universitarios, ya que hasta ahora se solían habilitar tan solo institutos de Secundaria. “En Teruel son todo institutos, en Huesca ha entrado el Palacio de Congresos y en Zaragoza se ha cambiado la Facultad de Educación por otras que tienen aulas mucho más grandes”, ha distinguido la directora general de Personal, Carmen Martínez.

El aumento del número de sedes se ha implantado este año con el fin de garantizar el mejor desarrollo de las pruebas y preservar todas las medidas de seguridad necesarias para prevenir posibles contagios. Desde el Departamento de Educación han preparado algunas “aulas Covid” para posibles aspirantes que no se encontraran en condiciones de salud óptimas, además de clases para aquellas personas que no pueden portar mascarilla. También han solicitado a los tribunales flexibilizar fechas de aplazamiento de exámenes para la gente en cuarentena que no ha podido acudir a las pruebas.

Críticas de CCOO 

Estos aspectos habían sido criticados recientemente por CCOO, ya que entendían que no ofrecer ninguna alternativa podría “motivar asistir al examen escondiendo posibles síntomas relacionados con el coronavirus”. Otra de las reivindicaciones del sindicato radica en las ratios de opositores por tribunal, puesto que Aragón cuenta con cerca de 100 frente a los 80 o 50 de otras autonomías. Por este motivo, califican de “escaso” el número de plazas ofertadas, una cifra que complica la reducción de los índices de profesores interinos.

Este pensamiento ha sido compartido por muchos de los opositores a la docencia, cuyos rostros reflejaban nervios e inquietud en la mayoría de los casos. “Ahora mismo lo único que quiero es quitarme este peso de encima y descansar”, exponía una de las candidatas. “Espero que haya suerte y salgan preguntas relacionadas con el 50% del temario que he estudiado”, añadía otro. “Solo he podido estudiar de manera intermitente por motivos laborales y familiares, así que no confío mucho”, manifestaba otra de las aspirantes.

Por el contrario, también ha habido espacio para la seguridad, tranquilidad y confianza. Desde el “es una prueba más” pasando por “vengo seguro y confiado tras dos años estudiando a tope” hasta “si me tocan los temas que mejor llevo, lo bordo”. Asimismo, ha habido situaciones de personas que se presentaban tan solo para ver la estructura del examen y firmar.

“El propósito de la convocatoria de estas plazas es reducir la interinidad y contar así con más personal funcionario”, ha expresado Martínez. De todos modos, para para solventar el problema de la interinidad se estima que el Departamento de Educación del Ejecutivo autonómico debería convocar unas 6.000 plazas en los próximos cuatro años.

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