Hazna, la mujer que fue presuntamente asesinada este jueves en Barbastro a manos de su expareja, tenía denuncias previas contra su supuesto asesino e incluso una orden de alejamiento que había caducado el pasado mes de diciembre. La mujer fue asesinada “de forma violenta”, tal y como indicaron los cuerpo de la Guardia Civil del municipio oscense. Sus tres hijos, de 15, seis y un año presenciaron tal terrible y acto y sus gritos de auxilio sirvieron a los vecinos para alertar a los agentes.
La mujer, de 35 años y de origen magrebí, había interpuesto hace un par de años varias denuncias contra su expareja y supuesto asesino, de 40 años. Unas demandas que habían derivado en una orden de alejamiento que caducó el pasado mes de diciembre de 2020. Así lo ha confirmado esta mañana la subdelegada del Gobierno en Huesca, Silvia Salazar, durante el minuto de silencio que ha presidido esta mañana en la capital oscense.
Los tres hijos que Hazna y su expareja tenían en común presenciaron todo lo ocurrido y están ahora mismo bajo la tutela de los servicios comarcales de la comarca del Somontano de Barbastro. El supuesto autor del crimen estaría en la planta de Psiquiatría del hospital San Jorge de Huesca para la realización de un análisis clínico por si padeciese alguna enfermedad mental. Este ingreso fue decretado por el juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº 1 de Huesca. No está previsto que el varón pase este jueves a disposición judicial.
El asesinato tuvo lugar en la avenida del Ejército número cuatro, una vivienda muy próxima a la estación de autobuses.
Aunque la confirmación de Delegación del Gobierno de Aragón todavía no es oficial este crimen podría declarase en las próximas horas como un nuevo caso de violencia machista. Siendo Hasna la segunda víctima en Aragón, después de Katia, una mujer que fue también acuchillada por su expareja en Zaragoza el pasado mes de mayo.
