La peña "El Agüelo” se ha encargado de poner el pañuelo

El 10 de julio en Teruel siempre ha sido una fecha para celebrar por todo lo alto, pero por segundo año consecutivo, nada se puede festejar. Aragón tiene suspendidas las fiestas y, en este caso, los peñistas escogidos apenas han podido poner el pañuelo al Torico, besarlo y bajar. Será el único acto de las denominadas “no fiestas” de Teruel.

Los propios peñistas han pedido “responsabilidad” a los ciudadanos para que no celebren ningún acto. Así lo ha afirmado el presidente de Interpeñas, Carlos Perales, que ha tenido un recuerdo para “aquel que da sentido a estas fiestas, el Torico”. “Espéranos, volveremos”, ha solicitado el líder peñista.

Emma Buj, alcaldesa de la ciudad, ha puesto en valor la labor de Interpeñas y ha llamado a “superar de nuevo las no fiestas”. “No hubiese sido posible la no vaquilla sin la colaboración de interpeñas y la junta directiva de las peñas”, ha asegurado. De hecho, los pañuelos simbólicos que lucen en la plaza “significa que el Torico está esperando” para las próximas fiestas. Es el mismo símbolo que “llama a la responsabilidad”.

La alcaldesa, que se considera “vaquillera”, ha afirmado que es un sentimiento “que se lleva en el corazón”. “Es más que pertenecer a una peña, el ritmo de la charanga, los toros… se lleva en lo más íntimo”, ha sostenido. Por ello, confía en que vuelva a salir ese sentimiento si en algún momento se pudiesen recuperar las fiestas, aunque esperan hacerlo “el año que viene”. Sin embargo, el año pasado ya aseguraron que podrían hacerse en 2021 y siguen suspendidas.

En recuerdo a los que han muerto en este tiempo, han elegido a la peña “El Agüelo” para que dos de sus representantes pongan el pañuelo al Torico. Ellos han sido “los más afectados y los que más lo han sufrido” a nivel físico y a través de las prohibiciones gubernamentales.

Satisfacción en Carmen y Baldomero

Camen Navarro y Baldomero Castro, de 76 y 79 años, han sido los encargados de colocar el pañuelo al Torico. “Es una alegría muy grande, una emoción que no se puede explicar”, ha narrado la anciana. Además, ambos han podido besarlo, lo que ha sido la guinda del pastel. Lo mismo ha observado Baldomero, que después de esta vivencia, va a vivir incluso “con más emoción” estos días, aunque no haya fiestas.

Teruel da así comienzo a unos días que no van a ser festivos por segundo año consecutivo. Además, las autoridades han solicitado que se acaten las normas y no se produzca ningún tipo de celebración. En estas circunstancias, muchos desean llegar a un 2022 donde por fin se puedan celebrar esas fiestas.

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